Con dos goles de Neymar, uno de penal tras una falta inexistente, y otro de Oscar, los de Scolari derrotaron 3 a 1 a los europeos por la primera fecha del Grupo A de la Copa del Mundo.

Con este resultado, Brasil sumó sus primeras 3 unidades y Croacia quedó con 0, mientras que mañana se completará la primera fecha de esta zona con el duelo entre México y Camerún, a jugarse desde las 13 en el estadio Das Dunas en la ciudad de Natal.

Brasil arrancó nervioso y lo pagó caro, pues Croacia se mostró efectivo para el contrataque y rápidamente consiguió la apertura del marcador para darle un susto grande a la mayoría de las 62 mil almas que colmaron el nuevo estadio del municipio de Itaquera.

Sin embargo, apareció el astro Neymar, de 22 años, luego de superar un inicio complicado con errores impropios de él, codazo a un rival y amonestación, para sacar a relucir su habilidad, talento y precisión y así traer un poco de tranquilidad con el empate.

Se esperaba que Brasil se fuera con todo sobre el arco rival, pero le costó encontrar el camino e incluso el conjunto croata le peleó la posesión del balón en el segundo tiempo, hasta que apareció la dudosa jugada que definió el partido.

Fred se cayó en el área cuando era marcado por Dejan Lovren y el árbitro japonés Yuichi Nishimura cobró penal. Así Neymar, para arrancar con creces el Mundial, estampó lo que sería el camino irreversible hacia la victoria para el delirio del estadio, que luego celebró con la conquista final de Oscar.

En el inicio del partido, al muy joven equipo de Brasil elegido por Luiz Felipe Scolari, DT del último título ecuménico del país en 2002, le costó adaptarse a la cancha, al numeroso público que lo vitoreó y al hecho de estar jugando finalmente su Mundial de local, porque siete de los once que saltaron a la cancha tuvieron su estreno hoy en la máxima cita ecuménica del fútbol.

Era tal el nerviosismo generalizado que hasta David Luiz sacó un tiro libre rápido y le pegó en la cabeza a su compañero Luiz Gustavo, quien se mostró ofuscado por la acción.

Hubo algunos tibios intentos por los laterales y un suave cabezazo de David Luiz, pero Croacia, replegado para el contrataque desde el pitazo inicial, mostró algunas reacciones interesantes con desbordes por los costados y supo llevar peligro a la valla defendida por el veterano Julio César, de 34 años.

Y así, justamente por esa vía que propuso el DT Niko Kovac desde el vamos, el conjunto visitante encontró la apertura del marcador a los 11 minutos tras una salida rápida de Modric, que habilitó a Ivica Olic por la izquierda y tras un centro rasante desviado por Nikica Jelavic, Marcelo se topó con el balón y la empujó a la red.

El estadio se enmudeció, amén de los festejos de un par de centenares de croatas, y Brasil sintió el golpe. Nuevamente, se volcó completamente en el campo rival y comenzó a tornar en figura al arquero Stipe Pletikosa, quien tapó varios remates complicados.

Empero, cuando su equipo no encontraba la vuelta y tras ser amonestado por un codazo a Luka Modric del Real Madrid -de gran trabajo en el medio croata junto Ivan Rakitic, nueva incorporación del Barcelona-, apareció Neymar para alegría de los brasileños.

El `10`, a la postre elegido por la FIFA como mejor jugador del partido, sacó a relucir su chapa de crack, tomó el balón cerca del círculo central en campo rival, evitó la marca de atrás, avanzó hasta la medialuna y definió desde afuera del área contra un palo.

El desarrollo siguió igual en el resto de la primera etapa, con una Croacia replegada y un Brasil volcado al ataque, pero en la reanudación la historia sería distinta.

Es que los europeos se dieron cuenta que podían sorprender al local, le perdieron el respeto y le disputaron la tenencia del balón, por lo que el juego se tornó más equilibrado.

Sin embargo, llegaría la jugada que cambiaría la historia del cotejo y del arranque de Brasil en el Mundial de local, porque se le estaba tornando complicado llegar al arco rival. El arbitro vio un penal dudoso y Neymar, pese a que el arquero Pletikosa llegó a tocar el balón, convirtió el 2-1.

La tranquilidad desembarcó en el estadio pero sólo en cuanto al resultado, porque en el juego Croacia fue a buscar el empate y puso en aprietos a Julio César, que tapó peligrosos remates. Incluso hubo una jugada que terminó en gol, aunque había sido anulada anteriormente por una falta muy reclamada por los visitantes.

Sobre el final, Brasil completó la fiesta valiéndose de la estrategia inicial de su rival, pues de contrataque Oscar definió de «puntín» desde afuera para el delirio de los brasileños, que arrancaron bien el sueño del «hexa» y de tomarse revancha de aquel Mundial de 1950 perdido de local con el «Maracanazo» uruguayo.

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