El ex presidente afirmó que «el megacanje no fue malo para el país”. Por el contrario aseguró que “fue bueno porque había que patear para adelante los vencimientos que no podía pagar». Actualmente hay una causa judicial por esa medida.

El ex presidente Fernando De la Rúa reapareció en la escena pública para opinar sobre el Megacanje de 2001. En una entrevista radial en Radio Nacional sostuvo que el megacanje «tuvo la aprobación de la Auditoría General de la Nación, porque se ganaba tiempo». 

En este contexto, el ex mandatario consideró que «no fue un aumento indiscriminado de la deuda sino que se ganaba tiempo por la crisis del embargo» y agregó que «se hizo esta operación de canje de deuda a largo plazo, es falso que sea un aumento de la deuda». 

En cuanto a la acusación contra el ex ministro de Economía Domingo Cavallo, De la Rúa sostuvo que no se lo enjuicia por hacer el megacanje «sino por invitar a bancos a participar». 

Para el ex primer mandatario de la Alianza (UCR-Frepaso), «la deuda sigue igual, aumentaron los intereses. Se hace un juicio superficial como si el megacanje hubiera significado un aumento de la deuda». 

«Lo plantean como un negocio para hacer comisiones y que significó un aumento de la deuda», insistió. 

Según el ex presidente radical, el megacanje «fue un aumento de los plazos y eso produce aumento de los intereses. De mala fe suman los intereses a la deuda nominal». 

«Fue necesario porque teníamos al Fondo Monetario Internacional retaceando y negando el apoyo y se producían vencimiento», remarcó. 

Según recordó Télam, el 16 de junio pasado, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner en un mensaje por cadena nacional se dirigió al país por la convalidación por parte de la Corte Suprema de Justicia de los Estados Unidos del fallo de primera instancia del juez Thomas Griesa en la causa contra los fondos buitre que no ingresaron a los canjes de deuda de 2005 y 2010. 

En su discurso, Cristina enfatizó que el 60 por ciento de los bonos reestructurados corresponden al denominado Megacanje, que fue una de las medidas financieras que terminaron de disparar el default en 2001. 

Además, la mandataria afirmó que el Megacanje «generó comisiones, esto es pago por la intermediación de canjear bonos, de 150 millones de dólares, de los cuales 20 millones fueron a parar a manos de David Mulford y el resto a los bancos y las AFJP, que habían intervenido». 

El denominado megacanje realizado durante el gobierno de De la Rúa consistió en postergar los vencimientos de diversas deudas por 50.000 millones de dólares por tres años. 

El megacanje implicaba, como compensación por dicha postergación, el aumento de los intereses de la deuda. 

El ex ministro de Economía Domingo Cavallo es el único procesado en la causa del Megacanje a la espera de ser sometido a juicio oral desde 2007, luego de que distintos tribunales de apelaciones sobreseyeron por prescripción del delito a otros imputados, entre ellos el banquero estadoundiense David Mulford. 

También al diputado nacional del PRO Federico Sturzenegger y a Horacio Liendo, «un abogado cuya tarea central fue encontrar atajos jurí­dicos para dar consistencia legal a los deseos de Domingo Cavallo» desde la Coordinación Legal, Técnica y Administrativa del palacio de Hacienda, según afirmaba el diario Clarín el 29 de julio de 1996.

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