Alfredo Servín, su esposa y tres hijos, el pasado 16 de abril fueron expulsados por una orden judicial de la casa en la que vivían en el barrio Las Flores. Ahora, casi desesperanzados, esperan una respuesta a sus reclamos de las autoridades municipales y de funcionarios provinciales. Ocuparon un terreno presuntamente municipal en el barrio Defensores del Sur, tienen una canilla con agua y un foco gracias a los vecinos, pero deben caminar más de una cuadra para ir al baño.

Alfredo Servín, su esposa y tres hijos, fueron desalojados de la casa en la que habitaban en el barrio Las Flores,  en horas de la tarde del pasado 16 de abril; siendo asistidos en ese momento por funcionarios municipales, que le facilitaron un camión para trasladar sus pocas pertenencias hacia una pequeña pieza en el barrio Defensores del Sur. Dicen que desde ese momento, no han sido asistidos nunca más por la comuna, a la que le pidieron un terreno para instalarse y comenzar a levantar una humilde vivienda, pero se los habrían negado. El jefe de familia está desocupado, y su esposa María Elena Lezcano cobra unos 1000 pesos como empleada domestica.

Esta situación llevó a que tomaran la decisión de ocupar un pequeño lote, que creen es de propiedad municipal, donde levantaron una precaria habitación con piso de tierra, maderos, cañas, bolsas de nylon y chapas de cartón; y acceden a la luz de un foco y una canilla con agua gracias a la solidaridad de los vecinos. Para hacer sus necesidades fisiológicas e higienizarse deben ir a la casa de un familiar, que está a más de 100 metros del lugar.

En diálogo con María Elena Lezcano, que desanimada relató que después del desalojo casi no han tenido contacto con funcionarios municipales y provinciales, quienes le habrían prometido solucionarle la problemática habitacional.

María Elena aseguró que ella y su marido se entrevistaron con el Presidente Municipal y la Secretaria de Desarrollo Social para pedirle un terreno, lo que no tuvo una respuesta favorable; razón por la que desde el pasado fin de semana decidieron ocupar un pequeño lote de terreno en inmediaciones de las calles Rivadavia y Sarmiento, del barrio Defensores del Sur.

Allí levantaron una precaria habitación con maderos, palos, bolsas de nylon, chapas de cartón, y sin baño. “Popelka sabe bien esto, pero hasta el momento nadie vino”, dijo refiriéndose a la Secretaria de Desarrollo Social Municipal, Verónica Popelka.

La mujer manifestó que si pudiera hablar con el jefe comunal, Felipe Torres, “le pediría que me dé una vivienda, una ayuda, o que nos dé para hacer una pieza y yo se la voy a ir pagando”, a la vez que uno de su hijos mencionaba “más bien que cuando necesitan que los voten ahí están presentes, pero después se olvidan”.

María Elena, ya en el frio atardecer de este lunes en Federal, terminó diciendo “yo espero que Torres me dé una solución, también mis compañeros, porque también necesitaron mi voto, el de mi marido y de mis hijos… que vengan ellos también”. (PORTAL SAUCE DE LUNA)

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