El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, informó que su país recibió formalmente una petición de asilo del ex técnico de inteligencia de la CIA, quien se encuentra en la zona de tránsito del aeropuerto de Moscú desde el 23 de junio pasado.

El caso de Edward Snowden impactó hoy de lleno en América Latina, donde Venezuela anunció que recibió un pedido de asilo del ex técnico de la CIA e insinuó estar lista a aceptarlo y Brasil lanzó una investigación sobre denuncias de espionaje norteamericano a ciudadanos de su país.

«Nos llegó una carta de solicitud de asilo» de Snowden, dijo el presidente venezolano, Nicolás Maduro, a periodistas luego de reunirse con el presidente de Panamá, Ricardo Martinelli.

Snowden «tendrá que decidir cuándo vuela para acá», agregó.

El viernes pasado, Maduro ofreció «asilo humanitario» al ex técnico de la CIA y acusó a Estados Unidos de haber presionado a países europeos que impidieran el ingreso a su espacio aéreo al avión del presidente boliviano, Evo Morales, por sospechas de que Snowden iba a bordo.

«América Latina le está diciendo a este joven `usted está siendo perseguido por el imperio, véngase para acá`», indicó Maduro, en alusión a otros ofrecimientos similares de asilo de Bolivia y Nicaragua.

Consultado acerca de posibles represalias de Washington en caso de recibir a Snowden en Venezuela, Maduro señaló que «Estados Unidos no gobierna el mundo». «Somos un país libre y soberano», afirmó el mandatario, citado por la agencia de noticias EFE.

El «topo» de la CIA también realizó ya una solicitud formal de asilo a Nicaragua, recibida por la legación de ese país en Moscú, según informó hoy un vocero de la misión.

Horas antes del anuncio de Maduro, la Casa Blanca advirtió que a Snowden no se le debe permitir viajar a otro país que no sea Estados Unidos, en clara respuesta a las ofertas de asilo que el joven de 30 años recibió de los países sudamericanos.

«Snowden está acusado de un delito y no se le debe permitir ningún viaje internacional que no sea otro que el de su retorno a Estados Unidos», advirtió Jay Carney, vocero de la Casa Blanca, citado por la agencia de noticias EFE.

La Justicia estadounidense acusa a Snowden de espionaje y robo de propiedad por haber revelado el mes pasado a dos diarios una red de espionaje masivo de las comunicaciones telefónicas e Internet por parte de Estados Unidos.

El joven no fue visto más en público desde que huyó de Estados Unidos a Hong Kong y de allí a Moscú, a fines de junio.

Snowden se encuentra en la zona de tránsito del aeropuerto de Moscú sin pasaporte, ya que le fue revocado por las autoridades norteamericanas

En este momento, se encuentra en la zona de tránsito del aeropuerto de Moscú sin pasaporte, ya que le fue revocado por las autoridades norteamericanas, pero le sería suficiente con un documento de viaje que haría las veces de salvoconducto hasta llegar a su destino.

El caso también repercutió en Brasil, ya que el diario O Globo de Río de Janeiro reveló ayer que el país, al igual que la mayoría de los del mundo, había sido espiado por los programas de rastreo de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) de Estados Unidos revelados por el norteamericano Snowden, que también trabajó en la NSA.

Hoy, en otra nota, el periódico afirmó que la CIA y la NSA tuvieron en Brasilia una base volcada al espionaje global a través de satélites y que operó al menos hasta el año 2002.

En una jornada marcada por el tema, la presidenta Dilma Rousseff anunció que Brasil llevará ante la ONU el supuesto espionaje estadounidense y que su gobierno inició una investigación sobre la presunta complicidad de empresas brasileñas en el esquema.

«Vamos a presentar la propuesta a la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, pues uno de los preceptos fundamentales es la garantía de la libertad de expresión, pero también de los derechos individuales, principalmente el de la privacidad, que también está garantizado en nuestra Constitución», dijo Rousseff a periodistas.

«Si hubo participación de otros países y de otras empresas que no sean brasileñas seguramente hay también violación de soberanía, sin lugar a dudas, como también violación de los derechos humanos», justificó Rousseff, citada por EFE.

La Cancillería pidió ayer explicaciones al embajador de Estados Unidos en Brasilia, Thomas Shannon, y la legación diplomática brasileña en Washington hizo lo mismo con el Departamento de Estado, mientras que una comisión del Congreso brasileño dijo hoy que planea convocar a Shannon y a ministros por el caso.

Rousseff indicó que el Ministerio de Comunicaciones y la reguladora Agencia Nacional de Telecomunicaciones (Anatel) investigarán la participación de empresas brasileñas en los supuestos actos de espionaje.

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