La marcha de trabajadores chilenos convocada por la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), en el marco de un paro nacional para exigir una larga lista de reivindicaciones sociales y económicas, fue masiva y terminó sin más novedad que las habituales escaramuzas entre carabineros y encapuchados.

La lista de reclamos que alentaron este paro nacional incluye la exigencia del fin del sistema de las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP), de reformas de las leyes laborales y tributarias, de poner fin a la desigualdad, un sueldo mínimo digno y también las grandes demandas de los movimientos sociales durante los últimos años: Educación gratuita y de calidad y la nacionalización del cobre.

La movilización contó con la adhesión de trabajadores aduaneros, de aeronáutica civil, el sindicato de la Empresa Nacional del Petróleo (ENAP), la Federación de Trabajadores del Cobre, portuarios y forestales, además de estudiantes secundarios y universitarios.

Para los organizadores la marcha reunió a más de 100.000 manifestantes en Santiago, para Carabineros sólo 30.000 personas marcharon por la capital chilena y hubo 66 detenidos.

Previo a la marcha, que comenzó a las 11, se registraron múltiples barricadas y cortes de tránsito en distintos barrios de Santiago, además del incendio de un colectivo en Villa Francia.

Para los organizadores, la marcha reunió a más de 100.000 manifestantes en Santiago

Desde el Gobierno, el ministro del Interior, Andrés Chadwick, realizó un balance de los acontecimientos previos a la marcha, condenando la quema de un bus del Transantiago y las barricadas incendiarias que se instalaron esta mañana en Santiago, aunque destacó que “hubo una pronta y oportuna acción de Carabineros”, que concluyó con 26 detenidos.

A minutos del inicio de la manifestación, la CUT logró la autorización de la Intendencia Metropolitana de cambiar los recorridos de la movilización y así poder pasar por la emblemática Alameda.

De esta manera, los dos recorridos de la marcha fueron partieron desde Plaza Italia y desde Estación Central, para confluir en la Estación Mapocho donde se realizó un acto cultural.

La presidenta de la CUT, Bárbara Figueroa, aseguró que el nivel de adhesión al paro llegó al 95% de los trabajadores del sector público. «Estamos muy satisfechos por lo que estamos viviendo hasta ahora, sabemos que ha tenido una expresión nacional, pero todavía nos falta hacer un recuento más detallado de lo que está pasando», señaló Figueroa.

“No hay razones para convocar un paro”
Andrés Chadwick

En cambio, el ministro del Interior, Andrés Chadwick, afirmó que “hemos tenido una adhesión al paro que, de acuerdo a las cifras oficiales entregadas por cada ministerio, alcanza al 6,4% de los funcionarios públicos a lo largo de todo el país”, y agregó que con esa adhesión “no hay razones para convocar un paro”.

El presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad Católica (FEUC), Diego Vela, convocó a mantener la unidad en la protestas porque aún «no hemos logrado ningún cambio significativo».

Por su parte, el presidente de la Asociación Nacional de Funcionarios de Aeronáutica Civil de Chile, José Pérez, advirtió que “estamos cansados del abandono e inequidad previsional, de la postergación de un real desarrollo laboral aeronáutico. No podemos seguir esperando que nuestros compañeros mueran en sus puestos de trabajo, sino hay soluciones concretas las movilizaciones irán en ascenso”.

Por su parte, el Sindicato de ENAP respaldó el paro porque “Chile necesita un Nuevo Código del Trabajo que termine con la exclusión de millones de chilenos que no pueden sindicalizarse, negociar colectivamente y acceder a mejores conquistas y beneficios… una reforma que termine con el Plan Laboral heredado de la dictadura”.

Las marchas se repitieron en Punta Arenas, Valdivia, Temuco, Concepción, Talca, Valparaíso y La Serena, entre otras ciudades, en donde miles de manifestantes adhirieron a la jornada de paro y movilización.

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