El ministro de Trabajo bonaerense resaltó «el rol de la negociación colectiva durante ocho años consecutivos» en la provincia y resaltó «el compromiso del gobernador y candidato a presidente Daniel Scioli con ese instrumento.

El ministro de Trabajo bonaerense, Oscar Cuartango, resaltó hoy como balance de su gestión «el rol de la negociación colectiva durante ocho años consecutivos», lo que realza «el compromiso del gobernador y candidato a presidente Daniel Scioli con ese instrumento y ofrece a los trabajadores la certeza y la tranquilidad» al respecto.

«Los trabajadores pueden estar tranquilos en ese sentido porque la negociación colectiva continuará, como ocurrió en territorio bonaerense y, desde hace doce años, a nivel nacional. En la provincia se negoció junto con Scioli como empleador del personal del sector público. Hubo conflictos y paros, pero en ningún momento se renegó de ese instrumento», puntualizó el ministro.

En un reportaje exclusivo con Télam, Cuartango destacó que no obstante los conflictos «siempre se acordó y se cerraron las negociaciones por las vías que indica la ley», y afirmó que «la diversidad laboral de la provincia de Buenos Aires es muy grande».

El funcionario laboral explicó que existen dos grandes negociaciones en el distrito: la de los docentes y la de la administración general, además de un cúmulo de paritarias sectoriales (casinos, hipódromos, astilleros, salud, ARBA, ferroviarios, porque en los puertos hay trenes, por ejemplo), «lo que ofrece una idea de la complejidad del universo laboral».

El ministro subrayó que «siempre se llegó a buen puerto y se soportaron paros, porque el conflicto es parte de la vida, lo que dio seguridad al conjunto del universo laboral y sindical», en tanto explicó que Scioli promulgó una ley que extendió como «una conquista histórica la negociación colectiva a los municipales».

«Ese fue un logro histórico, porque los municipales no tienen ese beneficio a nivel nacional. También envió un proyecto de ley extendiendo la negociación colectiva a los judiciales», añadió.

Afirmó que «se implementó el tripartismo en materia de prevención de siniestralidad y mortalidad laboral, es decir, de salud y seguridad en el empleo a través de comisiones mixtas».

«Primero Scioli lo hizo para el sector público, autoobligándose y, luego, con la autoridad moral que le otorgaba ese compromiso asumido como gobernador, las extendió a los privados. En ambos casos a través de leyes de la Legislatura, que ofreció un fuerte instrumento jurídico. Buenos Aires y Santa Fe, en honor a la verdad, son pioneras al respecto en Sudamérica», puntualizó.

Cuartango indicó, sin embargo, que «el trabajo no registrado es la asignatura pendiente a niveles nacional y provinciales y en eso coinciden el Ejecutivo y las administraciones laborales locales, de todos los colores políticos y en el ámbito del Consejo Federal del Trabajo, que este año encabezo», añadió el ministro.

También se pronunció por «no hacer futurología» al ser consultado sobre sus lineamientos de acción para el caso de ser designado ministro de Trabajo nacional por parte de Scioli y, en ese sentido, expresó que «sin duda el gobernador será presidente y, yo, estaré en el cargo que él considere que seré más útil».

«Creo que hay que poner el énfasis en el combate contra el trabajo no registrado y, para ello, no existe una receta única o un enlatado que permite aplicarlo y solucionar el problema. Hay que procurar fórmulas distintas para los diversos colectivos laborales y para las diferentes problemáticas regionales», señaló.

Cuartango ejemplificó con el personal de casas particulares, que registra un elevado índice de no registración y es imposible inspeccionarlo, por lo que «es necesario ir por la vía de la persuasión, del esclarecimiento y de la concientización».

Para el sector rural, en especial para los trabajadores zafreros o de las cosechas, «la vía son los ‘Convenios de Corresponsabilidad Gremial’, que atan la recaudación de la seguridad social a un punto de la cadena de comercialización», en tanto sostuvo que los talleres clandestinos deben ser objeto de «una actividad conjunta y coordinada de la AFIP, las carteras de Trabajo nacional y provinciales y las autoridades recaudadoras de los distritos».

Del mismo modo, el ministro indicó que es preciso programar e implementar operativos conjuntos, porque «no se trata solo de un problema de trabajo en negro sino de economía en negro».

El funcionario laboral también expresó que «el trabajo infantil está total y absolutamente estigmatizado y penalizado jurídicamente como un delito» y que la Argentina experimentó en ese sentido «una mejoría considerable», como por ejemplo en la cosecha de la cebolla en el sur de Buenos Aires, donde al comienzo de la gestión «era muy común detectar el empleo infantil».

«Ello es hoy excepcional y muy raro», señaló el ministro, quien dijo que «mucho se habla de la cuestión cultural sobre el tema para justificarlo, y acepto que existe en los trabajadores, sobre todo en la comunidad boliviana, pero ellos son los explotados y esa realidad no justifica la perversidad del explotador», agregó.

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