La presidenta dio esta tarde la orden de despegue del vuelo inaugural del Pampa III, una nueva generación de aviones de entrenamiento avanzado fabricado en Córdoba por la Fábrica Argentina de Aviones.

La presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, dio esta tarde la orden de despegue del vuelo inaugural del Pampa III, una nueva generación de aviones de entrenamiento avanzado fabricado en Córdoba por la Fábrica Argentina de Aviones (Fadea).

En videoconferencia con el ministro de Defensa, Agustín Rossi, y con el secretario de Ciencia, Tecnología y Producción para la Defensa, Santiago Rodríguez, quienes presidieron el despegue desde Córdoba, la mandataria observó cómo levantaba vuelo el flamante prototipo.

Desde la sede de Fadea, Rossi destacó el «marco de enorme emoción» que rodeaba el despegue de uno de los 40 aviones que en 2013 el Ministerio le encargó a Fadea, la empresa estatal de «historia gloriosa en la década del 40 y el 50, donde se fabricaban también camiones y la moto puma».

El prototipo del IA-63 Pampa III comenzó sus pruebas de vuelo en el marco de un proyecto que incluye la fabricación de 40 nuevas unidades destinadas a la capacitación de los pilotos de las Fuerzas Armadas Argentinas y a distintas misiones tácticas.

Este avión no sólo incluye las más modernas tecnologías en simulación de combates y presentación de datos, sino que también aumenta la participación de la industria nacional en el proyecto, ya que parte de sus componentes de origen extranjero son reemplazados por otros producidos por PyMEs tecnológicas argentinas.

El proyecto Pampa III es la más reciente modernización del entrenador avanzado IA-63 Pampa, cuyo diseño comenzó en 1979 y su prototipo original voló en 1984; y que luego de la reestatización de la fábrica en 2009 recibiera una actualización denominada “Pampa II” en la que su motor original fue reemplazado por uno de mayores prestaciones.

Esta nueva actualización tecnológica incorpora tres pantallas de cristal líquido que le permiten a los pilotos una mejor visualización de todos los datos del vuelo y la misión; un sistema electrónico para simular distintas situaciones de combate; y también integra un nuevo equipo que le permite a todos los aviones de la flota intercomunicarse entre sí y con los centros de mando en tierra para compartir información en tiempo real.

Las pruebas de estos nuevos sistemas incluirán a las células EX03 y AV1027, y una vez que se haya certificado el funcionamiento de los nuevos sistemas, se consolidará la primera producción serializada de esta aeronave, de la que se fabricaron 18 unidades en sus distintas versiones entre 1984 y 2008.

Con una inversión de más de 500 millones de dólares, está proyectada la construcción de 40 nuevos aviones, 18 en la versión Pampa III, y los próximos 22 en la versión Pampa GT (Generación Táctica), cuyos requerimientos aún no han sido confirmados.

Al respecto, el presidente de Fadea, Matías Savoca, dijo a Télam que “para la empresa el proyecto Pampa III fue un tractor en tres dimensiones fundamentales; primero en la recuperación de la cadena logística, porque negociar con proveedores con un proyecto que tiene 40 unidades por delante hace todo más fácil y porque en los casos de fabricantes que ya no producían los componentes originales pudimos impulsar a empresas argentinas para que se integren cómo proveedoras, lo que también va a facilitar la línea de mantenimiento en el futuro”.

“Tener estos 40 aviones por delante también nos permitió trabajar de otra manera en la organización de la producción, avanzando en un esquema de serialización del producto que sea sustentable y que cuando esté en marcha nos va a permitir entregar de 6 a 10 aviones por año”, agregó.

“El tercer factor clave del proyecto fue la incorporación de más y mejores recursos humanos y tecnológicos, porque este proyecto por un lado permitió una importante capacitación del personal, y por el otro requirió la instalación de varias capacidades tecnológicas que estarán disponibles para ser utilizadas en otras líneas de negocio y productos”, añadió el funcionario.

Javier Siman, vicepresidente de DTA, una de las empresas que participa del programa de reemplazo de componentes extranjeros, contó a Télam que la firma desarrolla desde mediados de 2014 «el Yaw Damper del avión, no sólo en el hardware, sino también en el software, que va a ser el primer producto aeronáutico argentino en estar certificado bajo la norma DO178, que es el más alto estándar internacional en la materia”.

“Este proyecto no sólo nos integra en la fabricación de 40 aviones, sino en lo que va a ser su posterior cadena de mantenimiento, y desde ese punto de vista el Pampa III puede ser visto cómo uno de los grandes impulsores de la industria aeroespacial argentina”, concluyó.

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