Gabriela Lena es la legisladora que busca reglamentar la prostitución en Entre Ríos. La mujer que ayudó a cerrar prostíbulos explicó por qué cambió de opinión y le contestó al «superfeminismo».

La diputada provincial de la UCR, Gabriela Lena, defendió su proyecto para reglamentar la prostitución como trabajo en Entre Ríos. La legisladora que ayudó a cerrar prostíbulos explicó qué la hizo cambiar de opinión y respondió a las críticas.

Ahora, la legisladora piensa que la prostitución no es una situación de violencia de género. «No hay una cuestión en contra de la mujer y de supremacía del hombre; el ejercicio sexual ha mutado: hoy también existen los ‘taxiboys’ y hay mujeres que pagan por sexo. Esa discusión quedó vieja», sostuvo.

Cambio de opinión

En un comunicado firmado por Silvina Calveyra -presidenta de Red de Alerta de Entre Ríos-, la Red Nacional Antimafia y el Foro Infancia Robada, se le realizaron fuertes críticas al proyecto de Lena y ella decidió responder. «Lo leí», reconoció. «Me parece que estas cosas superan las cuestiones ideológicas. Yo durante mucho tiempo pensé exactamente lo mismo que Silvina Calveyra, pero cuando uno se reúne con las chicas de Ammar -Asociación de Mujeres Meretrices de la Argentina-, reconoce y observa la situación de vulnerabilidad en que viven y trabajan y entonces reveo mi postura, porque ellas manifiestan que ejercen libremente el trabajo sexual, de manera voluntaria, y que son todas mayores de edad», señaló.

«Nosotros tenemos una ley que prohibió los prostíbulos y yo estuve de acuerdo con eso, pero la verdad que no alcanzó para disminuir la trata y todos esos prostíbulos que se cerraron, lamentablemente se reciclaron en otras cosas, como en departamentos privados, y hoy el Estado no tiene absolutamente ningún control sobre ello», expresó, y subrayó: «No podemos desconocer la realidad».

En ese sentido, consideró: «Si logramos que el Estado esté presente, hacer un control sanitario y brindar seguridad a quienes voluntariamente deciden ejercer el trabajo sexual, no veo por qué tendría que haber tanta polémica». «Si existe este problema tenemos que tratar de solucionarlo», remarcó.

«No seamos deshonestos»

Para la diputada radical, «muchas de estas personas que están hoy en boga manifestando que esto es una barbaridad, que no sólo lo he escuchado de Calveyra -que no sé si es funcionaria pública o no-, son funcionarios que no hacen absolutamente nada para tratar de que estas mujeres se capaciten, tengan su propio emprendimiento o tengan un trabajo que no sea este», disparó la legisladora.

Sobre el pasaje del comunicado que le preguntaba a Lena si ofrecería la prostitución como una opción de vida para su hija, hermana, sobrina, etcétera, la legisladora contestó: «Esto es una elección; a mí me encantaría que todas las mujeres y los hombres tuvieran la profesión que tengan ganas de ejercer». «No tengo hermana, pero si mi sobrina o mi prima deciden ejercerla como una libre elección, es su elección en la vida», señaló.

Y disparó: «No seamos deshonestos, miramos programas de televisión donde permanentemente se está incitando a la prostitución y hay muchas personas que la realizan, pero no nos asustamos porque lo hacen en hoteles caros, tienen club de fans». «A las pobres chicas, son a las que el Estado debe proteger», sostuvo.

Menos trata

La diputada aseguró que su proyecto, de convertirse en ley «es un camino de solución para la trata». «Por lo menos va a estar controlada por el Estado», sostuvo. Y argumentó: «Cuando reglamentemos la actividad de la prostitución, que no está prohibida, vamos a dejar de lado el proxenetismo, que sí está prohibido por la ley. Vamos a evitar la figura del proxeneta porque ya no necesitarán la protección de una persona, dado que van a tener la protección del Estado». «Ahí vamos a ver realmente las personas que ejercen esta profesión de manera voluntaria», afirmó.

Lena, representante de Chajarí en la Cámara de Diputados de Entre Ríos, sostuvo que esa zona de la provincia «es uno de los peores puntos de trata de personas». Al respecto, aseguró que «cuando cerraron los prostíbulos, crecieron los departamentos privados, que hoy son un descontrol y no se sabe qué hay ahí adentro».

Finalmente, Gabriela Lena expresó: «Estos son temas incómodos para hablar en una sociedad bastante tradicional como la que tenemos, o el superfeminismo que tampoco lo acepta, pero lo que no podemos es desconocer que existe». «Si vos tenés un grupo de mujeres que están pidiendo que se reglamente, ¿por qué no ser la voz de las minorías?», se preguntó. «Si en mi lugar de diputada no puedo prestar la voz para los que no la tienen, no sirve estar en el lugar donde estoy», concluyó la legisladora.

Fuente: 9 Ahora
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