El Xenieze, que quedó comó líder del torneo, se adelantó 1 a 0 con un tanto de Bou. Pero el Millonario llegó al 2-1 a través de Driussi y Alario. En el segundo tiempo, dos goles del Apache y otro de Centurión pusieron el 4-2 para el visitante.

 

El Xeneize se hizo fuerte en el Monumental

El «10» de Boca, en lo que pudo haber sido su último partido frente al clásico rival, marcó el gol de la victoria a los 36 minutos del segundo tiempo con un remate de calidad que se metió en el ángulo superior izquierdo del arco defendido por Augusto Batalla.

Previamente, a los 16′, el «Apache» había igualado el emotivo encuentro tras un error en la salida del joven arquero «millonario» y tras una increíble asistencia de chilena de Walter Bou, quien a los 13 minutos del primer tiempo había abierto el marcador para el equipo dirigido por Guillermo Barros Schelotto, mientras que Ricardo Centurión, ingresado en el segundo tiempo, cerró el marcador a los 48′.

Sebastián Driussi, a los 33′ del primer tiempo, y Lucas Alario, a los 39′, convirtieron los goles de River, que con esta derrota llegará golpeado anímicamente a la final de la Copa Argentina que disputará el próximo jueves ante Rosario Central en Córdoba.

En cambio a Boca esta victoria le permite trepar transitoriamente a la punta del campeonato de Primera División y salvar un año en el que no pudo cumplir ninguno de los objetivos planteados al inicio de la temporada.

River tiene revancha rápido pero también una cuenta pendiente en los clásicos por torneos locales, ya que la última vez que venció a Boca en su casa fue en el Apertura 2010 con gol de Jonatan Maidana, quien precisamente esta tarde regresó al equipo luego de más de un mes ausente por una lesión muscular.

Boca cortó una serie de dos empates (0-0) en los Superclásicos, con un triunfo gigante por lo emotivo e intenso que fue el desarrollo del partido que lo pone como uno de los mejores de los últimos quince años.

El «xeneize» arrancó mejor y abrió el marcador a través del sorprendente Walter Bou, quien remató cruzado dentro del área grande luego de una gran jugada de Carlos Tevez, que fue apenas un adelanto de lo influyente que fue después en el partido y en el resultado final.

En el mejor momento del equipo de los «mellizos», aún con un Fernando Gago sin peso ofensivo ni defensivo, River reaccionó de la mano de Andrés D’Alessandro, que sí jugó su último Superclásico, ya que a fin de año deberá retornar a Internacional, de Porto Alegre, que hoy descendió a la segunda división del fútbol brasileño.

D’Alessandro fue la manija del equipo de Marcelo Gallardo, le ganó el duelo -y la espalda- a Fernando Gago, en uno de los duelos más interesantes que se daban en la previa.

En el gol de Sebastián Driussi abrió, la fue a buscar y desde la línea de salida sacó el centro de derecha que Gino Peruzzi rechazó para el medio y el goleador del torneo con nueve gritos mandó al fondo del arco con una fuerte volea que dejó sin reacción al debutante Axel Werner.

Luego, en el tanto de Alario inició la jugada con un centro peligroso desde la derecha que luego terminó en los pies del paraguayo Moreira, quien colocó un pase preciso a la cabeza del santafesino, que a pesar del gol sigue peleado con el arco y lo demostró en la parte final con dos acciones que pudieron haber cambiado la historia.

Casualidad o no, el gol del empate de Tevez, tras un grave error de Batalla, llegó dos minutos después de la salida del «Cabezón», que fue ovacionado por la gente de River cuando fue reemplazado por Iván Rossi y generó el enojo de Guillermo Barros Schelotto en la demora para salir («tardé porque era mi despedida del Monumental», se justificó después D’alessandro).

Cuando River lo tuvo para liquidar apareció Tevez en Boca y ya casi que no quedó tiempo para otro empate histórico 3-3 como aquel del cabezazo postrero del paraguayo Celso Ayala en aquel 24 de marzo de 1997. Incluso, para más alegría de los de La Ribera, el cuestionado Ricardo Centurión sentenció un resultado mentiroso que seguramente quedará en la historia.

Boca también pudo dejar sin reacción a River en el primer tiempo, pero falló en la definición y permitió la remontada del equipo del «Muñeco» Gallardo.

En un Superclásico donde la atención estaba puesta en los jóvenes arqueros, fue Batalla el que falló en una jugada determinante y Werner, sin responsablidad en los goles, salió ileso.

El técnico de River se la jugó y puso lo mejor para este Superclásico en la previa de una final que será la llave de acceso a la Copa Libertadores de América y el plan le salió mal, ya que además del desgaste físico llegará a un partido trascendental también golpeado psicológicamente.

Boca salvó un año olvidable de la mano de un gigante Carlos Tevez, quien puso en duda su continuidad en la previa del partido, que tampoco aclaró demasiado después, y ahora deberá buscar motivación en su amor por la camiseta para seguir en el club, ya que un inviable y largo torneo no opacará la tristeza de ver por televisión su tan querida y ansiada Copa Libertadores en todo 2017.

– Síntesis –

River Plate: Augusto Batalla; Jorge Moreira, Jonatan Maidana, Arturo Mina y Luis Olivera; Ignacio Fernández, Leonardo Ponzio, Gonzalo Martínez y Andrés D’Alessandro; Sebastián Driussi y Lucas Alario. DT: Marcelo Gallardo.

Boca Juniors: Axel Werner; Gino Peruzzi, Santiago Vergini, Juan Manuel Insaurralde y Frank Fabra; Pablo Pérez, Fernando Gago y Rodrigo Bentancur; Carlos Tevez; Cristian Pavón y Walter Bou. DT: Guillermo Barros Schelotto.

Goles en el primer tiempo: 13m. Walter Bou (B); 33m. Sebastián Driussi

y 39m. Lucas Alario

.

Goles en el segundo tiempo: 16m. Carlos Tevez (B); 36m. Tevez (B) y 48m. Ricardo Centurión (B).

Cambios en el segundo tiempo: 14m. Iván Rossi por D’Alessandro

; 21m. Ricardo Centurión por Bou (B); 22m. Rodrigo Mora por Martínez (R); 29m. Tomás Andrade por Driussi

; 37m. Sebastián Pérez por P. Pérez (B) y 39m. Leonardo Jara por Pavón (B).

Amonestados: Driussi, Maidana, Mora y Alario (R). Pablo Pérez y Gago (B).

Arbitro: Diego Abal.

Cancha: River Plate.

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