Momentos de emoción colectiva e individual se vivieron este jueves durante la Vigilia Cultural por la Memoria, desarrollada en las inmediaciones de la Plaza Alvear de Paraná. Era el arte y la palabra interpelando la memoria e invitando a la reflexión sobre lo que nos sucedió como pueblo durante la última dictadura cívico militar. Los y las artistas locales y trabajadores de las instituciones públicas lindantes a la plaza tuvieron el protagonismo de la jornada organizada por la Secretaría de Cultura de Entre Ríos.
Las primeras horas de este nuevo aniversario del golpe de Estado ocurrido el 24 de marzo de 1976 encontraron a una multitud, que abarcaba una cuarta parte de la plaza y que en su mayoría eran jóvenes, cantando el Himno Nacional a capela para luego dar el presente por las 30.000 personas que perdieron su vida a manos del Terrorismo de Estado. Ese, y otros momentos de la tarde como el toque la Orquesta Mitai Koi, el cuadro de danza interpretado por el Elenco Joven de Danzas Litoraleñas y el cierre del Ensamble de Artistas Entrerrianos por la Memoria, fueron puntos de emoción compartida que se trasmitieron en lágrimas, aplausos y abrazos.

El secretario general de la Gobernación, Edgardo Kueider; el rector de la Universidad Autónoma de Entre Ríos, Aníbal Sattler; el Secretario de Cultura, Faustino Schiavoni; la decana de la Facultad de Ciencias de la Educación, Gabriela Bergomás; el subsecretario de Derechos Humanos, Matías Germano, y el titular del Registro Único de la Verdad, Marcelo Boeykens recorrieron y participaron en distintas propuestas de la vigilia. Toda la jornada tuvo por objetivo informar sobre los organismos provinciales donde deben dirigirse las personas que tengan dudas sobre su identidad e invitar a participar de la marcha organizada por la Multisectorial de Derechos Humanos de Paraná.

Se difundieron así formas de contacto de la Subsecretaría de Derechos Humanos de la provincia y el Registro Único de la Verdad en materiales gráficos, audiovisuales y a través de la comunicación directa con las personas. Con un cartelito que decía “Yo marcho el 24”, se invitó a los organismos e instituciones participantes a realizar fotografías que fueron subidas a las redes sociales, trasmitiendo el mismo mensaje sobre la pantalla ubicada en el lugar y a través del micrófono.

La ausencia

La Orquesta Infantil Mitai Koi invitó a los presentes a cantar su nombre, que en guaraní significa mellizo y que es su forma de llamar al “Melli”, el hermano que Sabrina Gullino sigue buscando desde que recuperara su identidad en 2008. Los y las gurisitas que la integran se apropiaron y acompañan esa causa en cada una de sus presentaciones. Por eso se acercaron al Tendedero Literario que estaba emplazado cerquita del escenario, donde se podían leer y llevarse textos colgados con broches que interpelaban al lector y lo invitaban a escribir en hojas blancas. Los niños y las niñas escribieron “Melli, Sabrina te está buscando”.

Un poco más lejos, el colectivo artístico Transparenta, invitaba a los participantes a escribir el nombre de una persona importante para su memoria en un papel. Sabrina expresó allí la esperanza de encontrar a su hermano escribiendo “Melli Negro Valenzuela”, incorporándole una luz y colgándolo en una estructura bajo la sombra de ese enorme árbol que reina en la plaza. Lo acompañaban allí otros nombres como Baldo, Raquel, Luis o Dominga, que juntos formaban un constelación de luces para acompañar ese camino de la ausencia.

Una pantalla junto al escenario del Instituto Audiovisual de Entre Ríos, mostraba todo el tiempo una campaña audiovisual que tenía por objetivo llegar a aquellas personas que hoy rondan los 40 años y podrían ser niños o niñas apropiados entre 1976 y 1983. El trabajo fue un trabajo conjunto entre el Registro Único de la Verdad y la Facultad de Ciencias de la Educación. También la ausencia fue el tema elegido por la intervención “Ahora y Siempre” que se desarrollaba en el Museo Histórico de Entre Ríos, donde levantando uno de los tres teléfonos que sonaban se podía escuchar el relato de una Madre de Plaza de Mayo hablando de cómo viven la ausencia de sus hijos.

La reflexión

Otras intervenciones invitaban a reflexionar sobre los espacios donde se mantenía a personas privadas de su libertad ilegalmente y se torturaba física y psicológicamente a las presas y presos políticos. En ese sentido, la fachada de la Secretaría de Cultura de Entre Ríos hacía visible en fotografías los edificios donde se desarrollaron esas acciones en diferentes ciudades de nuestra provincia. Ingresando por el pasillo de acceso para personas discapacitadas del Museo Provincial de Bellas, que era el lugar por donde entraban a los detenidos a ese lugar, se podía vivenciar lo testimoniado por distintas personas en los Juicios de Lesa Humanidad desarrollados Paraná. Esas palabras, que podían leerse en placas dispuestas en todo el recorrido, hacían que el participante se pusiera en el lugar, que imaginara, dimensionara, lo que allí pasó.

También en la vereda podía verse ya la frase “Es imposible desaparecer”, que hace pocos días Guillermo Hennekens, que estuviera detenido en el lugar, dejó plasmada en una baldosa. A unos metros y sobre unos caballetes, se podían observar las tapas de diarios entrerrianos que contaban desde su mirada lo sucedido el 24 y 25 de marzo de 1976. Ya en la plaza, tres máquinas de escribir señalizadas con las palabras memoria, verdad y justicia invitaban a dejar una reflexión después de intervenir con fibrones pies de yeso que caminaban en una imaginaria ronda alrededor. Eran pies de ex detenidos, pero también de otras personas que colaboraron en la elaboración previa con Grupo Humano Paraná. Sin esperar consigna, Delfina, de 8 años, escribió “24 de marzo de 1976”, utilizando las teclas, y “Feliz porque te liberaron”, en uno de los pies.

Los cuerpos en movimiento

La Banda Liga de los Pueblos Libres fue la primera en arrancar palmas y motivar los primeros movimientos de los presentes en la plaza. También el Elenco de Danzas Litoraleñas demostró que el baile puede ser un momento de profundo encuentro y comunicación de mensajes a través del cuerpo, representando un cuadro donde las Madres de Plaza de Mayo eran abrazadas por el pueblo en sus más diversas expresiones. El Ensamble de Artistas Entrerrianos por la Memoria sorprendió al público por su gran nivel artístico y el contenido de sus canciones, produciendo coros, palmas y brazos y pies que acompañaban los ritmos. La artista plástica, Laura Sosa se subió al escenario por iniciativa propia, pintando en el lugar mientras el canto y la música seguía su curso. El público les agradeció el compromiso de presentar una producción colectiva con un caluroso aplauso que ellos y ellas recibieron abrazados y emocionados.

Las Dragonas, esas mujeres de fuego que acompañan el ritmo de sus tambores con pasos de baile, hicieron que el público se moviera a la calle, formando una gran ronda que las ubicó en el centro de la escena. Sobre el final, parte del grupo caminó hacia el público con pañuelos blancos en sus cabezas y carteles que decían, entre otras cosas, “Nos faltan 30.000”, “Justicia”, “Memoria”; colgados de sus cuellos y que evocaron la lucha de las Madres. La presencia de Arbolito sobre el escenario hizo que el baile se apropiara definitivamente de los cuerpos y el disfrute comenzara a ser colectivo, reivindicando la música, el canto y la alegría como forma de lucha. Cuando concluía el día 23 y se iniciaba el Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia, se cantó el Himno Nacional a capela, se hicieron presentes a los 30.000 y se corearon cantos de repudio a los genocidas.

El espacio público y la palabra

La calle y la plaza fue tomada por estudiantes de la Facultad de Ciencias de la Educación, que desde temprano pintaron remeras, banderas y pancartas con stencil, construyendo también afiches que recordaban a las tres estudiantes de su Facultad desaparecidas durante la última dictadura. También un grupo de mujeres con remeras de La Poderosa, construyeron en la plaza un 30.000 grande de cartón para llevar a la marcha. Más tarde, un grupo de jóvenes colgó entre columnas pañuelos blancos de papel con consignas como “Juicio y Castigo”.

Los preparativos para la vigilia comenzaron bien temprano con el armado del escenario sobre calle Buenos Aires, frente al edificio del Museo Provincial de Bellas Artes, ex Centro Clandestino de Detención y Tortura. La palabra comunicada a través de la radio tomó la posta para dar inicio a las actividades con las Radios Uner y Barriletes trasmitiendo en vivo desde la puerta de la Facultad de Ciencias de la Educación. Esa misma comunidad educativa se sumó también con una muestra de producciones realizadas en diferentes formatos y que interpelaban la búsqueda de la identidad y la construcción de la memoria desde diferentes puntos de vista.

La organización estuvo a cargo de distintas áreas y organismos de la Secretaría de Cultura de Entre Ríos, participando también la Facultad de Ciencias de la Educación de la UNER, la radio de la UNER, la Subsecretaría de Derechos Humanos de la provincia, el Registro Único de la Verdad, la Universidad Autónoma de Entre Ríos y el programa Educación, Derechos Humanos y Memoria Colectiva del CGE.

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