Puerta de Hierro, el filme que relata los años de exilio de Juan Domingo Perón, será proyectado por el Cinemóvil del Ministerio de Cultura y Comunicación el martes 27 en Concepción del Uruguay y el miércoles 28 en Gualeguaychú, con la presencia de Víctor Laplace, protagonista y director de la película.
La película está siendo proyectada en distintos puntos de la provincia, en una gira organizada desde el Ministerio de Cultura y Comunicación en conjunto con los municipios de Concepción del Uruguay y Gualeguaychú. Promocionar el cine argentino, promover el acceso a los bienes culturales y aportar a la reconstrucción de la identidad y la historia son algunas de las metas de esta actividad.
Junto a Dieguillo Fernández, Víctor Laplace dirigió Puerta de Hierro e interpretó a Juan Domingo Perón en el filme. En Concepción del Uruguay y Gualeguaychú, el prestigioso actor compartirá su experiencia y dialogará con el público.
Construir identidad
“La difusión y el apoyo a este filme es una de las tantas acciones que realizamos convencidos de que no hay posibilidad de que un proyecto político se consolide si no está acompañado del rostro de la identidad, a cuya construcción esta película realiza un valioso aporte”, expresó el ministro de Cultura y Comunicación, Pedro Báez.
Sobre la película, el funcionario destacó su “calidad extraordinaria” a la hora de mostrar a “un Perón con los miedos y las dudas de cualquier ser humano que, a la vez, y a pesar de la distancia y los 18 años de exilio, fue el político más grande de la Argentina”.
“Puerta de Hierro refleja una de las partes más densas de la historia argentina con todo el rigor de la historia, con enorme honestidad intelectual y con mucho coraje y lucidez”, agregó Báez.
El filme, que sin dudas constituye uno de los estrenos nacionales más importantes del año, ganó el premio Movie City en el festival Internacional de Mar del Plata.
Sinopsis
La historia arranca en la fecha 8 de octubre de 1972. Es el cumpleaños 77 de Juan Domingo Perón, quien ya percibe será el último en esa tierra que no es la suya. El ex presidente inicia el día de su cumpleaños intentando grabar su autobiografía: repasando sus años de exilio, antes de su regreso al país. La grabación está dedicada a un enigmático nombre: Sofía.
Los recuerdos del General viajan a 1955, el comienzo del fin. El bombardeo a la Plaza de Mayo, los muertos, los heridos; todo regresa a su memoria, como el inicio del periplo que lo llevará, cinco años más tarde, a Madrid, con un poderoso y complejo sueño: volver a su patria. En medio de la dificultad política del regreso, Perón comienza a construir la que será su residencia en España: Puerta de Hierro.
En la soledad de esa gran casa, acompañado sólo por su amigo Jorge Antonio, su mujer Isabel Martínez —y, años más tarde, por López Rega—, en una tierra que no es la suya, conoce a Sofía: una joven librera que le trae el vivo recuerdo de Evita. Sofía es la única persona con la que Perón se muestra tal cual es. Ella no sabe quién es él, y le permite dialogar, discutir y compartir distintas miradas sobre la vida.
Con el paso de los años, la lucha por la vuelta a la Argentina se torna vertiginosa. Perón descubre que su cuerpo no es el mismo. Una grave enfermedad lo está debilitando. Entre tantas decisiones, su cumpleaños 77 lo encuentra en Puerta de Hierro, recibiendo a las distintas y diversas alas del peronismo. Grabando varias cintas para dejarle a Sofía. Y resolver ese gran dilema: quedarse o volver.