Los desencuentros públicos entre Donald Trump y los pesos pesados del partido que lo llevó a la presidencia de Estados Unidos se están multiplicando.

La semana pasada fue el expresidente George W. Bush. Y este martes Trump también fue duramente criticado por dos influyentes legisladores del Partido Republicano, Bob Corker y Jeff Flake.

El primero es un viejo amigo y aliado del mandatario, en algún momento favorito en las quinielas para la jefatura del Departamento de Estado, con el que Trump ahora lleva meses en abierta batalla.

En el último intercambio de salvas, el senador por Tennessee no dudó en acusar al actual ocupante de la Casa Blanca de ser un mentiroso que está debilitando a EE.UU.

El senador por Arizona Jeff Flake, por su parte, anunció que no buscará su reelección para no ser «cómplice» de la «división diaria» del país por la que tácitamente responsabilizó a Trump.

«Puede que no haya lugar para un Republicano como yo en el actual clima Republicano o en el actual partido Republicano», dijo.

Convención republicanaDerechos de autor de la imagenAFP
Image captionLa reluctante unidad lograda luego de la victoria de Trump está visiblemente resquebrajada.

Todo sugiere que Corker, quien tampoco buscará la reelección, siente lo mismo que su colega de Arizona.

Y también es altamente probable que el presidente -que había estado tratando de deshacerse de Flake y que ha calificado desdeñosamente a Corker de «inelegeible»- esté de acuerdo.

El examigo

En Wall Street Bob Corker era conocido como el «rey de la Bolsa» y, en la política, Donald Trump lo llamaba «buen amigo».

Pero cuando no se han cumplido 10 meses desde que Trump llegó a la Casa Blanca, el senador por Tennessee se ha convertido en un personaje más que incómodo para el presidente.

Corker (i) y Trump (d).Derechos de autor de la imagenAFP/REUTERS
Image captionCorker fue un estrecho aliado de Trump durante la campaña.

El intercambio verbal (es decir, por Twitter) y las críticas mutuas han sido las expresiones casi constantes de las relaciones entre los dos en los últimos tiempos.

Hace unos meses, Corker fustigó a Trump por la presunta intervención del Kremlin en las elecciones de 2016 y, luego, hizo lo mismo con las políticas del mandatario hacia Corea del Norte.

Pero el gran punto de giro tuvo lugar en agosto pasado, cuando el senador, quien fuera asesor de seguridad nacional de Trump durante la campaña presidencial del 2016, cuestionó la reacción del presidente tras la protesta de supremacistas blancos en Charlottesville, Virginia.

El presidente dijo entonces que «ambos bandos», es decir, grupos neonazis y sus oponentes, habían sido responsables de los sucesos que terminaron con un muerto y varios heridos.

CorkerDerechos de autor de la imagenGETTY IMAGES
Image captionCorker era una de las apuestas para secretario de Estado.

La respuesta de Cork no se hizo esperar: afirmó que los juicios del mandatario demostraban que no entendía el carácter de la nación estadounidense.

Trump le respondió con burlas sobre su futuro en el senado, pero las tensiones parecieron calmarse hasta hace unos días, cuando nuevas declaraciones del senador desataron la ira del presidente como quien prende la chispa en un polvorín.

La nueva ira

El motivo del nuevo rifirrafe fueron unas declaraciones de Corker, en las que pedía al presidente dejar a los senadores hacer su trabajo durante el análisis de la reforma del plan de impuestos, una de las promesas de campaña de Trump que tampoco avanza en el Congreso.

Pero los ánimos se caldearon de forma inusitada este martes, cuando el senador afirmó en una serie de entrevistas para la televisión que Trump era «totalmente mentiroso», que rebajó a Estados Unidos y debilitó su posición global.

El presidente contraatacó en Twitter. Llamó al senador de Tennessee «peso ligero» y afirmó que «no pudo ser reelegido» para el cargo por no contar con su apoyo.

TrumpDerechos de autor de la imagenGETTY IMAGES
Image captionTrump calificó a Corker de incompetente.

El turno de la revancha volvió con una entrevista que le hizo un rato después CNN a Corker.

«(Trump) está deliberadamente rompiendo las relaciones que tenemos alrededor del mundo que han sido útiles para nuestra nación», opinó.

El presidente volvió a la carga poco después y calificó de incompetente el trabajo de Corker frente al Comité de Relaciones Exteriores del Senado.

«Peligroso para la democracia»

La reacción del republicano de Tennessee, en cualquier caso, no fue la única que estremeció al partido de gobierno este martes.

Su colega de Arizona Jeff Flake anunció que no buscará su reelección para no ser «cómplice» de la «división diaria» del país, ni de «los ataques personales, las amenazas contra los principios, las libertades y las instituciones» que, en su opinión, ha traído Trump a Estados Unidos.

Jeff FlakeDerechos de autor de la imagenGETTY IMAGES
Image captionFlake lanzó una fuerte crítica a Trump para anunciar que no se presentará a las elecciones el próximo año.

Flake no mencionó el nombre de Trump, pero durante su anuncio se dirigió directamente, y en términos muy duros, al presidente.

«Tengo hijos y nietos ante los que debo responder, por ende, señor Presidente, no puedo ser cómplice», dijo de su decisión de no presentarse a la reelección el próximo año, aunque analistas señalan que la misma también pudo haberse visto forzada por su baja popularidad en las encuestas.

El senador también advirtió que «el comportamiento irresponsable, escandaloso y poco digno» a la cabeza del gobierno de EE.UU. era peligroso para la democracia.

Trump, por su parte, había descrito a Flake como «tóxico» e incluso ofrecido poner de su propio dinero para sacarlo del puesto de senador en las próximas elecciones legislativas.

«Probablemente una buena decisión» fue el seco cometario de la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Sarah Sanders, a la decisión de Flake de abandonar la campaña.

John McCainDerechos de autor de la imagenGETTY IMAGES
Image captionEl también senador por Arizona John McCain es otro de los pesos pesados del partido que no duda en criticar públicamente al mandatario.

El senador por Arizona, sin embargo, todavía le puede dar algunos dolores de cabeza a Trump.

Entre los que apoyaron el discurso de Flake estuvo el también senador John McCain, otro de los enfrentados a Trump en la bancada republicana, y el propio Corker, que aplaudió con énfasis el discurso.

Y en medio de las tensiones dentro del propio partido,las propuestas de Trump para modificar el sistema de impuestos corren el mismo riesgo de estrellarsecomo antes lo hizo el intento de reforma al Obamacare, la ley de salud aprobada durante el anterior gobierno.

Una oposición de Corker, como se hace previsible, sumada a la de McCain y la de Flake, supondría una fuerte barrera para que el Congreso finalmente apruebe alguna de las promesas de campaña del presidente.

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