La primera potencia económica europea se apresta a vivir semanas de parálisis, tanto en el plano interno como en el europeo.

Angela Merkel buscaba este lunes una salida a la crisis en Alemania tras su fracaso en formar gobierno, lo que supone un verdadero terremoto político que podría conducir a nuevas elecciones legislativas y al final de la carrera política de la canciller.

Desde la fundación de la República Federal de Alemania en 1949, nunca había ocurrido algo así: el país no tiene mayoría para ser gobernado. La noche del domingo, tras un mes de negociaciones y dilaciones, los conservadores de Merkel (CDU-CSU), los liberales (FDP) y los ecologistas fracasaron en su intento de formar una coalición gubernamental.

Y como no hay alternativa, la primera potencia económica europea se apresta a vivir semanas de parálisis, tanto en el plano interno como en el europeo.

Las elecciones anticipadas parecen lo más probable, pues Merkel excluyó dirigir un gobierno minoritario y sus antiguos aliados socialdemócratas (SPD) rechazaron categóricamente cualquier coalición bajo la égida de la canciller.

Los alemanes podrían volver a las urnas a principios de 2018, después de que en septiembre pasado ya eligieran a sus diputados.

Merkel dijo que se reunirá el lunes con el presidente Frank- Walter Steinmeier que tiene un rol institucional clave en el proceso de disolución del parlamento.

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