La fuerza ya no tiene expectativas de hallar con vida a los submarinistas, por lo que cambió la modalidad de búsqueda, descartando el «salvamento de personas». Lo confirmó el vocero, Enrique Balbi, este jueves.

Después de 15 días sin noticias sobre el submarino ARA San Juan, la Armada comunicó este jueves por la tarde que dio por finalizada la etapa de rescate y que «no habrá salvamento de personas». El megaoperativo incluyó la colaboración de 18 países y la utilización de tecnología de última generación. Uno de los submarinistas es entrerriano: Fernando Mendoza, oriundo de Concordia.

El capitán Enrique Balbi, vocero de la Armada, leyó la «gacetilla de prensa número 50», en la que dio cuenta de la finalización de la etapa de «búsqueda y rescate» para pasar a la fase sólo de búsqueda. Según explicó, el objetivo anterior era «el salvamento de personas, con el fin de preservar la vida humana», algo que finalmente fue descartado. La búsqueda del sumbarino continuará «en el lecho marino», pero con un cambio de recursos.

Balbi explicó que «no se encontró evidencia alguna de naufragio en las áreas exploradas ni se obtuvo contacto con el submarino ni con sus balsas». En las últimas horas había llamado la atención que varios de los buques que participaban de las tareas en el Golfo San Jorge retornaban a Comodoro Rivadavia. Entre ellos el Atlantis, de los Estados Unidos, el Sophie Siem, de Noruega y el Didi-K, de Uruguay.

El último contacto que se había tenido con el submarino fue en la mañana del miércoles 15. Al día siguiente comenzaron con las tareas primero de búsqueda y luego de rescate, en las que colaboraron varios países, incluidos EE.UU., Gran Bretaña, Rusia, Francia, Noruega, Chile, Brasil y Uruguay, entre otros, que aportaron embarcaciones, aviones, personal y tecnología. En la zona de rastrillaje participaron 28 buques, nueve aeronaves y 4040 hombres y mujeres.

La ubicación registrada del ARA San Juan en su última comunicación había sido el golfo San Jorge, a 432 kilómetros de la costa (240 millas náuticas), al sudeste de la península Valdés, en Chubut.

Con el correr de los días la búsqueda pasó a una «fase dos», que implicó ir a la etapa de rescate de la embarcación. Luego comenzó un mayor despliegue y se aceptó la ayuda internacional con la que se llegó a contar con medios aéreos y navales que rastrillaron un área de operaciones de 482.507 kilómetros cuadrados. Este miércoles la zona de búsqueda se redujo a un área de 40 kilómetros de radio.

La ayuda internacional
Tras la activación de la Oficina Internacional de Escape y Rescate de Submarinos (Ismerlo , por sus siglas en inglés) la comunidad internacional se puso a disposición de la Armada Argentina para ayudar a dar con la nave que transportaba 44 personas.

En total 18 países ofrecieron aeronaves, embarcaciones y tecnología de última generación para colaborar en la búsqueda, llevando a cabo un megaoperativo sin precedentes.

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