Así lo informó Carolina Stanley a los familiares de niños internados, entre los que se encuentran pacientes oncológicos y que esperan trasplantes. El Gobierno intensifica el ajuste donde más duele, con la quita de subsidios a los más necesitados.

Históricamente, el Estado otorgaba subsidios a las familias del interior que tenían como única opción acudir al Hospital Garrahan para salvar la vida de sus hijos, y que no estaban en condiciones económicas de afrontar el viaje completo.

Eso se terminó a partir de ahora. El Ministerio de Desarrollo de Carolina Stanley le informó a las familias que iba a dejar de pagar los hoteles y la ayuda social para comida, lo que deja a unas 60 familias en un estado de vulnerabilidad extrema. Más aún, cuando tienen que afrontar la enfermedad de sus hijos.

Ossio es madre de Mateo, de diez años, que padece de hidrocefalia y escoliosis aguda. La mujer dijo a Página 12: «Algunas provincias se hicieron cargo. Pero desde San Juan dijeron que me iba a tener que volver porque no tienen fondos. Si nos volvemos a nuestras provincias, nuestros hijos pueden morir».

Natalia contó que su hotel está a dos cuadras del Garrahan. Ahí se alojan veinte familias que tenían cobertura hasta ayer y que deben buscar otro lugar a donde ir al que, además, deberán buscar cómo pagar. La cercanía al hospital es clave porque permite que las madres lleguen rápido junto a sus hijos en caso de tener alguna emergencia.

Natalia dice que no sabe qué hacer: la cirugía de Mateo está programada para fin de mes y luego debe seguir con tratamientos y rehabilitación. Además del hotel, las familias dejaron de percibir una cuota alimentaria de 800 pesos quincenales.

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