La Cámara de Diputados debatía esta noche la legalización del aborto en una sesión maratónica y en el marco de una tensa pelea voto a voto, que aún tenía un puñado de indefinidos y un final abierto. En un escenario de extrema paridad, distintos sondeos arrojan 124 diputados en contra de la legalización y 123, a favor. Mientras que todavía quedan 7 indecisos.Un conjunto de diputados definió su postura en las últimas horas hacia uno y otro lado pero todavía quedaba un pelotón de indecisos, por lo que el resultado era incierto: no se descartaba incluso un empate que obligue al presidente de la Cámara baja, Emilio Monzó, a definir la suerte del proyecto.

El conteo de votos variaba según la proyección que cada sector hacía sobre los indefinidos, pero casi todos coincidían en que la diferencia era esta noche de apenas uno o dos votos, ya sea para la aprobación o el rechazo del proyecto que propone la legalización del aborto hasta la semana 14.

Durante el transcurso de la sesión, que se extenderá hasta este jueves por la mañana, se develaron algunas incógnitas: el riojano Luis Beder Herrera (Bloque Justicialista) confirmó que votará a favor de proyecto, al igual que el santafesino Hugo Marcucci (Cambiemos) y el bonaerense José Ignacio de Mendiguren (Frente Renovador).

El catamarqueño Gustavo Saadi (Elijo Catamarca), que figuraba entre los indefinidos, votará finalmente en contra, adelantaron fuentes de su entorno, al igual que el riojano Danilo Flores (Justicialista) mientras que la santacruceña Roxana Reyes (Cambiemos) se definió a favor.

Quienes permanecerían indecisos son: Javier David (Justicialista), Gustavo Fernández Patri (FpV-PJ), Jorge Franco (Frente de la Concordia), Facundo Garretón (PRO), Inés Lotto (FpV- PJ), Mirta Pastoriza (Frente Cívico por Santiago), Ariel Rauschenberger (Justicialista), Héctor Stefani (PRO) y Alejandra Vigo (Córdoba Federal).

Mientras se desarrollaba el debate, la Plaza del Congreso se dividió para recibir a miles de manifestantes que se acercaron al las puertas del palacio para seguir la sesión, e incluso en ambos sectores tenían previsto pasar allí la noche a la espera de la histórica votación.

A favor

Al tomar la palabra en el recinto, el diputado de Cambiemos Daniel Lipovetzky (PRO), quien coordinó las audiencias públicas en su calidad de presidente de la Comisión de Legislación General, expresó: «Lo dijeron tres ministros de Salud de dos gobiernos distintos. La legalización del aborto mejora la calidad de vida de las mujeres argentinas».

Lipovetzky también sostuvo que «no hay ningún artículo de la Constitución que prohíba la legalización de la interrupción voluntaria del embarazo» y, en respuesta a los grupos llamados «pro vida», agregó: «Nadie legisla por la muerte, todos legislamos por la vida. No se trata de salvar las dos vidas, se trata de salvar miles de vidas».

Su compañera de interbloque Brenda Austin (UCR) sostuvo a su turno que «la evidencia muestra que la criminalización fracasó, no evita que las mujeres aborten, por el contrario, agrava el problema» y remarcó el ejemplo de que «países más desarrollados que han logrado bajar las tasas de abortos».

Daniel Filmus, del Frente para la Victoria, comparó el tratamiento de este tema con otros que se han dado en el pasado y expresó: «Miro la cara de los que votaron contra la Ley de Educación Sexual Integral y hoy se llenan la boca hablando de educación sexual. En ese momento decían que solo los padres podían dar educación sexual», reprochó.

Para Filmus, lo que se discute en el Congreso no es «si en la Argentina va a haber interrupción involuntaria del embarazo» sino «cuando» eso «va a ocurrir» porque «tarde o temprano va a ser legal en la Argentina».

«Tuvimos 3.030 casos a partir de la democracia, si esto ocurre y nosotros hoy decimos que no, tendremos que volver a discutirlo en dos años y tendremos 164 mujeres muertas», calculó el ex ministro de Educación y Ciencia, que también estimó una cantidad de «954 internaciones por complicaciones en abortos clandestinos».

«El momento es ahora, ha habido un gran movimiento de mujeres, los países con mayor grado de desarrollo ya han avanzado en ese sentido y no son asesinos», concluyó.

Por su parte, la diputada de Libres del Sur Victoria Donda intentó refutar a quienes sostienen que el aborto consiste en eliminar una vida y afirmó que «en un Estado de derecho los derechos humanos son progresivos», tras lo cual agregó: «Si esto es tan claro, tan cristalino en los tratados internacionales, ¿por qué es tan difícil sancionar esta ley?».

En tanto, Fernando Iglesias (PRO) Fernando Iglesias se preguntó «de qué liberalismo queremos hablar si una parte quiere obligar a la otra a un embarazo forzado».

En contra

La porteña Carmen Polledo, presidenta de la Comisión de Salud y referente del sector de Cambiemos que se opone a la legalización, afirmó que «hay vida desde el momento de la concepción» y agregó: .

«El embrión no es un órgano de la madre. No hay libertad de elección si no hay vida. Si nos equivocamos con esta ley, el daño va a ser irreparable».

Por su parte, Carla Pitiot, del Frente Renovador, consideró que «no es una ley inocua, es una ley que nos define» como sociedad y, al referirse al argumento de que la legalización evitará las muertes de las mujeres de menores recursos en abortos clandestinos, señaló: «No escuché el clamor de las mujeres pobres en este Congreso».

Ivana Bianchi, del bloque puntano Unidad Justicialista, expresó que con el aborto «lo que se va a destruir es una vida de un ser totalmente indefenso» y agregó: «Las muertes maternas no se solucionan con la disminución de los comensales, sino con la multiplicación del pan».

A su turno, el jefe del bloque del PRO, Nicolás Massot, criticó que el proyecto propone «una legalización irrestricta» y consideró que lo que se está discutiendo es «el rol del Estado» y agregó: «Hablo desde una juventud que cree en la política para cambiar la realidad, no para que el Estado claudique, para que, porque la política fracasó, el camino fácil sea que no se note».

El sanjuanino José Luis Gioja, del Frente para la Victoria, manifestó: «Es una ley contradictoria, otorga derechos y después quita. El que está concebido para nacer tiene que nacer, no he visto ningún ser en la naturaleza que quiera que su hijo se muera en el vientre».

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