Las pruebas psicológicas al locutor quen en febrero atropelló y mató a un vigilador en la Panamericana cuando manejaba en estado de ebriedad comenzarán a las 10.30 en San Isidro.

La audiencia empezará a las 10.30 en la sede de la Asesoría Pericial ubicada en la calle Moreno 623, en ese distrito del norte del Gran Buenos Aires.

Fuentes judiciales informaron a Télam que las pericias psicológicas continuarán los días 30 de septiembre y 1 de octubre, mientras que los exámenes psiquiátricos serán el 2, 8 y 9 de ese mes.

El siniestro ocurrió el 17 de febrero cuando García (28) iba solo conduciendo su Peugeot 504 en el ingreso al ramal Pilar en su cruce con la ruta 25 cuando embistió a Reinaldo Rodas (53), que iba en bicicleta por la banquina y por el impacto ingresó por el parabrisas y quedo dentro del habitáculo, al lado del conductor.

García explicó que nunca intentó escapar tras el incidente, ya que «podría haber tomado cualquiera de las salidas que se indican en la Panamericana», y no lo hizo.

Luego, afirmó que la empleada del peaje desmintió en su testimonio las versiones periodísticas sobre que había trasladado a la víctima durante 17 kilómetros sobre el capó del auto y que había bromeado al llegar a la cabina del peaje sobre si tenía que «pagar doble».

«Esas versiones que afectan al sentido común, tras ser repetidas en innumerables oportunidades y ni siquiera desmentidas a la ligera, instalaron un imaginario colectivo de `Atropelló, Mató y Huyó´», dijo.

Según un estudio que se le practicó tras el accidente, tenía 1,45 gramos de alcohol en sangre, casi el triple del máximo permitido

García declaró a comienzos de mayo, a través de un escrito en el que responsabilizó a Rodas por estar circulando en bicicleta por la autopista, que no se detuvo porque entró en «estado de shock» y pidió su sobreseimiento a la fiscal María Inés Domínguez.

Domínguez lo indagó con una acusación alternativa que incluye la imputación inicial por «homicidio culposo agravado» -sin intención y con una pena de 2 a 5 años de cárcel-, pero también otra más grave por «homicidio simple con dolo eventual», que se castiga con entre 8 y 25 años de prisión.

Según un estudio que se le practicó tras el accidente, tenía 1,45 gramos de alcohol en sangre, casi el triple del dosaje máximo permitido, pero el joven se negó a contar dónde había estado.

En la carta, García negó haber conducido con la licencia vencida, dijo que no fue a la citación con el juez de faltas porque a la misma hora lo habían llamado desde «la fiscalía interviniente» y que, al embestir a Rodas, no conducía a 100 kilómetros por hora.

«En realidad no iba a más de setenta kilómetros por hora, según establecen las propias pericias oficiales, y cuando estaba haciendo el `ingreso en la autopista´”, aclaró.

Por otra parte, rechazó las versiones de familiares de la víctima que denunciaron que estaba siendo protegido por la Policía.

Finalmente, aclaró que entre las 19 y las 20 del 13 de marzo se comunicó con el hermano de Rodas, llamado Aldo, y que se puso a su disposición «cuando lo desearan y a fin de cuanto requirieran».

Sin embargo, Catalina Rodas, esposa del vigilador muerto, si bien confirmó que el joven llamó al hermano de Reinaldo, aseguró que «nunca pidió perdón».

«Sólo se victimizó, y dijo que se estaban hablando cosas de él que son mentiras», dijo en su momento la viuda.

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