David Acuña, de 19 años, está siendo entrevistado por un psiquiatra para saber si comprende la imputación por los homicidios calificados,

Hay dos hipótesis en la investigación del doble homicidio ocurrido en la madrugada del domingo en el barrio La Roca de Concordia. La más firme es que David Acuña, de 19 años, asesinó a palazos a su madre, Mabel Narváez, de 56, y a su abuela, Marta Bejarano, de 85, en un arranque de violencia, posiblemente impulsado por el consumo de drogas. Otra es que lo hizo en el marco de ritos «macumba» que el joven practicaba. A esta segunda versión se vincula el hallazgo de un pozo en el fondo de la vivienda, que Acuña cavó presuntamente para enterrar a las víctimas.

El profundo hueco que estaba tapado con maderas de pallet fue constatado por los policías y el fiscal Martín Núñez, que dirige la investigación. A su vez, no hay nada que determine que el mismo tenía la finalidad que los vecinos comentaron, aunque días antes, la mujer que vive en la casa lindera de atrás, había observado a Acuña trabajar con una pala.
Antes de que el fiscal citara a declarar a Acuña, el defensor oficial José Luis Legarreta solicitó al Juzgado de Garantías que se realice una pericia psiquiátrica con la finalidad de determinar si el joven está en condiciones de comprender la imputación por Doble homicidio agravado por el vínculo y Atentado a la autoridad (por haberse resistido y golpeado a un policía al ser detenido).
De este modo, un psiquiatra forense del Poder Judicial comenzó con la medida y durante varios días entrevistará a Acuña. El viernes estaría listo un informe, al menos preliminar, en el cual el profesional indicará el estado de salud mental del acusado y si puede afrontar un proceso penal en su contra. En este mismo sentido, la Justicia pidió al psiquiatra que en el estudio se evalúe si Acuña puede permanecer alojado en la Alcaidía de la Policía de Concordia, o si debe ser internado en una institución de salud.
En principio, el fiscal presume que el autor del doble crimen sabe y comprende lo que hizo, pero ante las distintas versiones y las propias circunstancias del hecho y de su arresto, cuando los uniformados lo encontraron fuera de sí, ameritan la medida pericial.
Por otro lado, se informó que la autopsia confirmó que madre e hija murieron como consecuencia de los golpes efectuados con un palo en la cabeza, es decir, por fractura de cráneo. Además, Mabel tenía una fractura expuesta en un brazo y otras lesiones de carácter defensivo, no así Marta, quien no pudo ni siquiera frenar alguno de los palazos.
Asimismo, se aguarda por el resultado de las pericias toxicológicas que se practican en el Laboratorio de la Policía en Paraná, que analizan las muestras de sangre y orina de Acuña, y establecerán si aquella madrugada estaba bajo efectos de alcohol y/o drogas.
Por otro lado, en el desarrollo de la Investigación Penal Preparatoria el fiscal Núñez citó a otros vecinos del barrio, ubicado en la zona oeste de Concordia, para poder conocer más el contexto de la vida de la familia. En la precaria vivienda de madera, víctimas y victimario eran los únicos tres residentes, y se busca establecer si la convivencia era tranquila o violenta. Algunas personas habían anticipado el domingo a la mañana que Acuña no tenía antecedentes violentos con sus familiares, solo algunos inconvenientes con vecinos del barrio por cuestiones menores. Sus propios hermanos, incluso, se vieron sorprendidos y shockeados con la noticia, y comentaron que el muchacho tiene problemas de adicciones, pero jamás se imaginaron que podía llegar a perpetrar semejante ataque.
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