Luis Riva, que presentó su renuncia ante Macri, había justificado los despidos al manifestar que hubo «numerosas negligencias».

El presidente Mauricio Macri le aceptó la renuncia a Luis Riva como director de Fabricaciones Militares. El ahora ex funcionario fue la cabeza de la gestión que echó a más de 500 trabajadores en diversas plantas del país entre las que se encontraban Río Tercero, Beltrán, Azul y Villa María.

Lo hizo a través de un decreto que también firmó el ministro de Defensa, Oscar Aguad, y que fue publicado en el Boletín Oficial.

En la norma se designó a Ricardo Casal, también de profesión ingeniero, al frente del organismo dependiente del Ministerio de Defensa. Durante la gestión de Riva se registraron conflictos en distintas plantas de la entidad por unos 500 despidos.

El saliente funcionario justificó las cesantías, al indicar que cuando asumió observó «un panorama desolador fruto de -al menos- numerosas negligencias de los funcionarios designados por el anterior gobierno, cuando no errores graves en la decisión de inversiones, inoperancia en la gestión comercial, ineficiencia en las acciones de producción o irresponsabilidad en el aumento de la cantidad de colaboradores a quienes se dio empleo y sueldo, pero no trabajo».

Riva explicó que para «optimizar la productividad» se inició en agosto de 2017 un proceso de reestructuración porque si no, aclaró, «hubiese significado el cierre definitivo» de plantas de Fabricaciones Militares. Agregó que las medidas no permitieron salir «de una situación fuertemente deficitaria y lograr el equilibrio económico- financiero necesario para asegurar su sustentabilidad y crecimiento» por lo que en 2018 debieron producirse nuevos despidos.

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