– A una semana de cerrar sus fábricas de calzados en Catamarca y La Pampa, la empresa anunció que echará 500 empleados en el pueblo tucumano Aguilares; La compañía argumenta que padece la fuerte caída del consumo y la creciente competencia externa

La crisis económica provocada por las políticas de la alianza Cambiemos impacta de lleno en el sector industrial. Primero se vieron afectadas las pequeñas y medianas empresas y, ahora, las gigantes como la histórica textil Alpargatas.

La compañía informó la semana pasada el cierre de dos plantas de calzado en Catamarca y Santa Rosa, La Pampa, dejando en la calle a 460 trabajadores. En las últimas horas, anunció además que echará de forma gradual a 500 de los 1.300 empleados con los que cuenta en su fábrica de la ciudad tucumana de Aguilares.

Con este nuevo ajuste, Alpargatas reducirá su plantel de trabajadores a más de la mitad con respecto a 2015. Pasará de tener 3.700 empleados a 1.623 cuando terminen los despidos, un 57% menos.

Según informa eltucumano.com, la compañía comunicó a los delegados de la fábrica de Aguilares que implementará retiros voluntarios en una primera instancia, luego continuará con el otorgamiento de vacaciones anticipadas y finalmente, enviará telegramas de despido.

La noticia cayó como un balde en la ciudad del sur tucumano, donde en el último mes el ingenio Santa Bárbara terminó la zafra de forma repentina, adeudando salarios de 500 trabajadores.

«Alpargatas es la expresión de lo que todos vemos, pero hay muchos negocios que hoy no pueden seguir. Las tasas están al 65%, le aumentaron todos los impuestos, han bajado las ventas, hay una recesión, entonces ¿cómo hacen los negocios para mantenerse? es muy difícil», lamentó el gobernador provincial, Juan Manzur.

La semana pasada, la empresa señaló en un comunicado que “desde hace tiempo, la compañía atraviesa la difícil situación coyuntural del país que implica una fuerte caída en el consumo, particularmente en los negocios de calzado y textil donde Alpargatas es líder”.Y argumentó que “viene sufriendo problemas estructurales que se agravan ante la creciente competencia externa”, en especial desde Asia y Brasil, como “elevados costos laborales, alta carga impositiva y una estructura fabril excesiva”.

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