El exlíder de los Rodondos respondió a la abogada de la familia de Walter Bulacio. Dijo que recuerda al joven asesinado en cada uno de sus recitales.

«De todo el arco de solidaridad que abarcó al rock, no hay banda que no haya estado en algún festival por Walter; por fuera del rock también, todos se sumaron. La única que no pintó nunca fueron Los Redondos», disparó María del Cámern Verdú el pasado viernes en declaraciones a la prensa, tras iniciarse el juicio por la muerte de Walter Bulacio.

 

Ahora, luego de un largo silencio sobre el tema, el Indio Solari se refirió al tmea y aseguró: «Mientras muchos lo recuerdan recién durante éstos días, una foto de Walter, junto a la palabra JUSTICIA, sigue estando en las pantallas de mis conciertos», en un escrito entregado a la web RedonditosDeAbajo, canal que suele utilizar para comunicarse con sus seguidores.

 

Y continúa su relato: «‘Se murió un redondo, cuál es?’. Esto han puesto en mi boca y yo no puedo haber dicho eso nunca. Jamás le sugerimos a la mamá de Walter que no televisara su dolor. Recupero el texto de lo expresado por nosotros en esos momentos, donde queda claro que nos referimos a nuestra manera de ver la circunstancia social en que sucedió el crimen y el aprovechamiento de varios ‘notables’ demagogos a los que la muerte de Walter les importaba poco y nada».

 

Además, se expresó respecto del por qué de la ausencia de la banda en las distintas manifestaciones en busca de justicia que hubo durante todos estos años: «Es probable que de haber concurrido hubiéramos compartido la primera fila codo a codo con personajes como Varela Cid, por ejemplo (hoy un desconocido para los jóvenes), al mismo tiempo que los cronistas nos vaciaban de nuestra genuina tristeza mientras firmábamos autógrafos».

 

Para el cierre, repitió el texto que formó parte de una carta que los Redondos, en 1993, enviaron al programa de Rock & Pop «Piso 93». Allí explicaban porqué no hablaban públicamente de lo ocurrido con Bulacio, en medio de los reclamos de sus familiares y de no pocos seguidores: «Desde siempre hemos preferido no televisar nuestros sentimientos, así como también no propiciar vínculos institucionales que actúen de mediadores en nuestras relaciones de exclusivo carácter emotivo. Somos, por el momento, nuestros propios testigos… y es bastante. Por las características de la dinámica televisiva, los medios de información apelan a discursos efectistas que degradan los sentimientos. Por ejemplo: el repetir los actos de dolor porque la grabación lo exige. La gracia final, siempre, es mantenernos entretenidos. La esclavitud ante estos canales provoca una dificultad casi absoluta. Este estilo político televisivo está inundando nuestros pensamientos, nuestras pasiones y nuestros sueños».

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