La caravana hondureña sigue su difícil camino hacia Estados Unidos. El grueso de los migrantes centroamericanos, cerca de 7000, llegó este martes a la ciudad mexicana de Juchitán, tristemente famosa por ser el escenario más afectado por el fatídico terremoto de Tehuantepec, hace poco más de un año.

Las autoridades municipales, que aún se están reponiendo de aquel temblor, atendieron en la medida de lo posible a la enorme caravana que sigue teniendo claro cuál es su objetivo final, independientemente de los mensajes que les llegan desde el otro lado de la frontera.

«He leído antes que los que venimos en la caravana estamos quemando casetas», cuenta Josue, que en su caso viene desde El Salvador. «Quiero decirle al presidente Trump que no somos personas malas. Somos gente con estudios, con unos sueños que cumplir. Solo queremos que nos abran ese espacio para que podamos crecer como personas».

La caravana se encuentra ahora mismo a unos 2.000 kilómetros de Texas y a 3.500 kilómetros de California. Desde Estados Unidos insisten en que dicho viaje está destinado al fracaso, e instan a los migrantes a volver Honduras o a solicitar asilo en México, adonde llegó este lunes desde Guatemala otra caravana de 2000 personas.

Chargé Heide Fulton

@USAmbHonduras

 Miembros de la caravana: No se empobrezcan en un viaje destinado a fracasar. Aprovechen un Retorno Seguro del gobierno de Honduras; o el plan Estás en tu Casa del gobierno de México, que te proveerá atención médica, empleo temporal y escuela para menores de edad.
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