La producción de la compañía entrerriana Danza Napeli, el espectáculo musical infantil El Árbol Mágico, se presentó por primera vez en Paraná, en La Vieja Usina. La función fue presentada por el Ministerio de Cultura y Comunicación, en el marco de su política de apoyo a las industrias culturales y la democratización de los bienes culturales.
La obra El Árbol Mágico que lleva adelante la compañía entrerriana Danza Napeli, es mucho más que un espectáculo. Por un lado su historia, dentro del formato de un musical infantil destinado para toda la familia, apunta a difundir los valores humanos fundamentales que necesita la sociedad moderna. Y por el otro, este grupo de artistas, técnicos y colaboradores – entrerrianos en su mayoría provenientes de Concepción del Uruguay- han encontrado en este proyecto una fuente genuina de trabajo, haciendo el arte que más les gusta. La pieza, basada en un cuento y producción de Sebastián Guebara, incorpora 25 artistas en escena articulando el teatro, la música, la danza, el canto y la acrobacia en telas, entre otras expresiones.
“Estoy muy feliz con lo que sucedió, es la primera vez que nos presentamos en Paraná, a sala llena y con gente que quedó afuera. Y por esta razón, me siento con una gran satisfacción de saber que el ministro de Cultura y Comunicación, Pedro Báez, se comprometió a realizar todo lo necesario para concretar una función más en la capital entrerriana, otra vez con acceso libre y gratuito para quienes no pudieron verla todavía”, contó Sebastián Guebara, director del grupo artístico. Quien además remarcó que “esta es una propuesta ciento por ciento entrerriana, con actores, técnicos y colaboradores de nuestra tierra”.
El joven director destacó por otra parte, el recibimiento del público paranaense diciendo que “me sorprendió la amabilidad y el respeto con que nos recibió tanto la gente del gobierno provincial como el público muy cálido en la sala, que se mantuvo en atento silencio o acompañó con las palmas las canciones, según el momento de la historia”.
También comentó que la compañía está compuesta por casi 50 personas entre artistas y técnicos. Son 25 en el escenario y un equipo de escenógrafos, vestuaristas y maquilladores que completan un grupo humano con objetivos muy sólidos de proyección en el medio.
Guebara, en este sentido, reflexionó que en esta compañía, medio centenar de personas encontraron puestos de trabajo genuinos “que otras veces sólo lo podían desplegar como un hobbie. Aquí tienen la posibilidad de desarrollar sus habilidades y demostrar que son profesionales de muy alto nivel, que no tienen nada que envidiarles a los de una producción a nivel nacional. Quienes vean la obra, pueden observar que hay un gran despliegue de producción, somos jóvenes y estamos dando los primeros pasos en esto. Y con el apoyo de este gobierno que tenemos, que apoya fuertemente a la cultura, que la entiende como proceso de identidad pero también como industria y fuente de trabajo, los estamos dando muy firmes”, agregó Guebara.
Una obra como El Árbol Mágico lleva hasta ocho meses de preproducción, y trabajo mancomunado de casi 50 personas. Mientras realizan las presentaciones de la misma, ya están trabajando en una nueva puesta, anticiparon, para las vacaciones de invierno del 2014, que integrará una orquesta sinfónica infantil, una murga y mantendrá el estilo de reunir muchos artistas en el escenario.
El cuento creado por Sebastián Guebara, tiene momentos musicales muy divertidos, con coreografías y bailarines de muy buen nivel, así como acrobacia en tela y otros rubros artísticos. “Es como el circo, se divierten los niños y se divierten los grandes”, señaló Guevara y agregó: «Creemos que hemos logrado a través de la experiencia de todos estos años, un trabajo de excelencia que no tiene nada que envidiarle a ningún espectáculo a nivel nacional”, remarcó.