El Senado uruguayo convirtió en ley el proyecto de regulación estatal de la producción y venta de marihuana, que habilitará que residentes mayores de edad compren desde septiembre próximo hasta 40 gramos de dicha sustancia por mes en farmacias y que permitirá también el autocultivo del «Cannabis».

La primera partida de marihuana producida por licenciatarios privados bajo control estatal estará a la venta en septiembre de 2014, según confirmó a Télam tras la votación el prosecretario de la Presidencia de Uruguay y Presidente de la Junta Nacional de Drogas, Diego Cánepa, que enfatizó que se hará a un precio «de mercado».

Con la norma aprobada con 16 votos sobre 29 tras 12 horas de debate, Cánepa agregó que los residentes en Uruguay mayores de 18 años «podrán acceder a la droga tras registrarse en un sistema muy seguro» que permitirá un seguimiento de su consumo mensual y que resguardará «la privacidad» de los usuarios.

El funcionario destacó además que «hace cuatro meses» que se trabaja en la reglamentación de la norma para «definir los aspectos técnicos» que definirán su implementación, aunque confirmó que entrará en vigencia tras su promulgación «en los próximos diez días».

«Por eso el gobierno uruguayo trabajará todo el verano en la reglamentación de la ley para definir los detalles del sistema de licencias para privados que cultivarán el cannabis», resaltó en diálogo con Télam la senadora Lucía Topolansky, que agregó que «varios puntos» ya se están trabajando.

La ley posibilitará que mayores de 18 años puedan acceder a la sustancia a través de un sistema de registros y comprarla en farmacias habilitadas

La ley, que fue aprobada únicamente con votos del oficialista Frente Amplio, posibilitará que mayores de 18 años puedan acceder a la sustancia a través de un sistema de registros y comprarla en farmacias habilitadas a un precio «de mercado».

Al mismo tiempo se habilitará el cultivo domiciliario hasta seis plantas o 480 gramos anuales y la formación de clubes de cannabis con hasta 99 socios.

Los puntos pendientes que se definirán en la reglamentación tratarán sobre qué tipo de plantas se podrá cultivar, además de la «letra chica» del mecanismo de licencias que el Estado otorgará a los privados para que produzcan y vendan marihuana a partir de semillas.

Estas semillas se busca importarlas a través del Ministerio de Agricultura para hacer un seguimiento genético de la marihuana comercializada.

En un largo debate que comenzó a las 10.40 para convertir en ley el proyecto de 44 artículos, el senador frenteamplista Roberto Conde abrió la discusión planteando el «fracaso» del paradigma actual de guerra contra las drogas.

Conde dijo a Télam que la idea es «sacarle mercado» al narcotráfico y «controlar la calidad y la cantidad del principio activo, el THC».

La norma prohíbe también la publicidad de la marihuana y plantea la creación del Instituto de Regulación y Control del Cannabis

La senadora oficialista y precandidata presidencial Constanza Moreira destacó durante su argumentación a favor de la ley que «toda América Latina está pendiente» de la norma, que «vuelve a poner a Uruguay a la vanguardia», al tiempo que fue tajante al advertir que «la guerra contra las drogas viene fracasando».

Moreira criticó además que se haya producido «un ciclo dual» en su país porque «es legal el consumo» pero no el tráfico y expendio, por lo que, consideró «tenemos que resolver ese problema de ciclo trunco de la política pública» con la ley.

En esa línea, Cánepa recalcó que «el consumo es ya legal en Uruguay» y que la norma busca pasar «del prohibicionismo a un mercado regulado».

Por el contrario, el senador del Partido Nacional Jorge Larrañaga afirmó que la ley que regulará el mercado de la marihuana «será absolutamente incontrolable».

«Vamos a ver el transcurso del tiempo para advertirlo. Ojalá se puedan efectuar los controles pero va a ser un proyecto incontrolable», sostuvo, agregando que «el mercado puede tornarse ingobernable y eso tiene que preocuparnos a todos».

La norma prohíbe también la publicidad de la marihuana y plantea la creación del Instituto de Regulación y Control del Cannabis (Ircca), que monitoreará los aspectos de la implementación de la norma, desde la plantación y cultivo hasta el expendio de la marihuana.

Sectores de la oposición cuestionaron durante el debate la constitucionalidad de la ley ya que el artículo 10 de la norma plantea la obligatoriedad de incluir en la educación pública temáticas referidas a desestimular el uso de cannabis, algo que, cuestionaron, viola la autonomía de los organismos educativos.

De todos modos, incluso los legisladores del oficialismo dejaron la puerta abierta para un posible referéndum, mientras desde las barras del Senado medios internacionales y defensores de la cultura cannábica apoyaban la ley.

«Estoy de acuerdo», reconoció el senador del Frente Amplio Luis Gallo, respondiendo a una iniciativa del opositor Partido Nacional que busca impulsar una consulta popular sobre el apoyo a la ley aprobada.

En este aspecto dijo estar «absolutamente seguro de que cuando la gente conozca más la ley y entienda que no hablamos del drogadicto como un delincuente sino que se trata de proteger al consumidor, la va a defender».

Durante el debate, senadores de la oposición como el nacionalista Luis Alberto Heber y el colorado Tabaré Viera cuestionaron además la posibilidad de que luego de la marihuana el Ejecutivo avance en el futuro en una regulación similar de la cocaína, como dejó entrever el precandidato presidencial del Frente Amplio Tabaré Vázquez este año.

Originalmente el proyecto tenía un artículo único que habilitaba al Estado a producir y comercializar marihuana y había sido presentado por el Poder Ejecutivo en agosto de 2012, pero luego fue ampliado y modificado por el Frente Amplio en la Cámara de Diputados, donde fue aprobado en julio de este año por 50 votos contra 46.

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