El ministro de Economía calificó de manera positiva a la reunión que mantuvo en la capital gala con las autoridades del Club de París y se manifestó optimista respecto a la chance de «avanzar con las negociaciones entre las partes».

Del encuentro participaron el secretario de Finanzas, Pablo López, el Embajador ante la UE, Hernán Lorenzino, y el coordinador de la Unidad de reestructuración de deuda, Adrián Cosentino, informaron a Télam fuentes del Palacio de Hacienda.

Mañana, a su regreso a la Argentina, Kicillof tiene previsto  brindar en horas de la tarde una rueda de prensa donde explicará los alcances de la reunión mantenida con las autoridades del Club de París.

El ministro, junto con sus colaboradores, mantuvieron hoy reuniones para retomar el diálogo en torno a renegociación de la deuda de 9.500 millones de dólares que el país mantiene con ese foro multinacional de crédito.

Durante la rueda de prensa que suele brindar a diario, el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, dijo que las negociaciones que llevará adelante el ministro de Economía con el Club de París atenderán «como siempre, el interés nacional y la capacidad de pago efectiva» de la Argentina.

En ese sentido, el jefe de ministros señaló que ambas variables son «la condición básica de la negociación», y remarcó que ese proceso «requiere de un acuerdo de partes y eso implica detalles que oportunamente brindará el ministro Kicillof».

Tras recordar que el Club de París es un foro que integran 19 países, Capitanich reiteró que los distintos cursos de acción a seguir contemplan «la voluntad de establecer una condición de pago de deuda que siempre atiende al interés nacional».

«Esto es, la capacidad de pago efectiva en virtud de los vencimientos de la deuda pública en términos de capital e intereses», subrayó Capitanich.

El jefe de Gabinete destacó el «esfuerzo para normalizar la deuda con el exterior» que permitió «transitar el sendero del crecimiento de la última década», tras el default del 2001.

Según los últimos cómputos la Argentina mantiene una deuda con el Club de Paris de alrededor de 9.500 millones de dólares.

Hay distintas versiones sobre el método de pago y el monto final que se encuentra bajo discusión y si bien el gobierno no dio a conocer detalles de la propuesta, algunos especialistas especulan que el país podrá pagar una parte en efectivo y el tramo restante  con bonos.

En las sumas que Argentina podría llegar a abonar en efectivo, lo que buscaría el Gobierno es que un monto similar retorne al país en créditos blandos para las multinacionales radicadas aquí, de manera de alentar la inversión, según las especulaciones que circulan en la plaza local.

La posibilidad de otorgar estos créditos a empresas extranjeras se destrabaría inmediatamente después de alcanzado el acuerdo.

A modo de ejemplo, Vaca Muerta se convirtió en un polo de atracción de inversión, y podría ser el destino de parte de los créditos que bancos europeos de segundo piso puedan alcanzarle a las multinacionales.

Por lo general, los países del Club de París suelen exigir una revisión a los países que reestructuran deuda, que generalmente se enmarca en lo que se conoce como artículo IV del Fondo Monetario.

Como la Argentina no tiene más créditos con el FMI y desde el 2007 no se somete as revisión de artículo IV, puede considerarse válido para las negociaciones el reciente informe efectuado y ya terminado, resultado de una misión conjunta efectuada del FMI y el Banco Mundial, que visitó el país en el 2012 y 2013. Se llama FSAP, y es un revisión a la que se someten todos los países el G20.

Por lo que el paso previo de un artículo IV con la Argentina, no sería un requisito para las negociaciones, que según dijo Kicillof en la capital gala, están «consolidadas» para avanzar en la discusión de un acuerdo con los países europeos (en particular Alemania y Holanda), Estados Unidos, y Japón, que son los mayores acreedores de la Argentina en el Club de París.

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