En la madrugada de ayer móviles de la Policía de Paraná fueron agredidos y se le efectuaron no menos de 200 balazos. Hubo una batalla en la cual los delincuentes le hicieron frente a la fuerza.

Debe ser una de las pocas veces en muchos años que la Policía sintió el rigor de la delincuencia. Lo que ocurrió en la madrugada de ayer en el barrio Municipal de Paraná fue muy grave porque un grupo de delincuentes vinculados con una banda narco se subieron a los techos, rompieron las luminarias y emboscaron a la Policía en un enfrentamiento que afortunadamente no terminó con lesionados. Eso sí, los balazos que quedaron estampados en los móviles dejaron las huellas de que los malvivientes tiraron a matar.
Entre las 23 del martes y las 5 de ayer la Policía tuvo que oponer fuerte resistencia para controlar la situación en el Municipal.
Según se informó a UNO, todo comenzó con dos pedidos de auxilio de vecinos del Muni que alertaron de balaceras. Sin embargo al llegar la camioneta de la 12ª al lugar fue rodeada desde los techos por una inusitada balacera.
Tras llegar dos móviles del Comando Patrulla los narcos no se amilanaron, por lo que debió acudir un mayor número de patrulleros y los grupos especiales.
La emboscada tenía una clara respuesta: la banda narco que es dirigida desde la cárcel por un hombre procesado por dos homicidios y que está vinculado con la barra fuerte de Patronato, está más que molesta por las últimas detenciones ordenadas por la Justicia y que llevó a que no menos de seis “soldaditos” entre adolescentes, jóvenes y no tan muchachos, fueron a parar al penal por los hechos delictivos que están relacionados directamente con la venta de estupefacientes en la zona este de Paraná.
El jefe de la comisaría 12ª, Edgar Valentín reseñó a UNO que lo que se vivió en la madrugada de ayer fue una verdadera batalla en la cual la Policía tras un trabajo arduo pudo controlar la situación.
Varios móviles terminaron con balazos, pero lo que más llamó la atención fue que un par de las patrullas recibieron los proyectiles de armas de gruesos calibres, tales como 9 mm y 38 en los parabrisas, por lo que fue clara la idea de los narcos de tirar a matar.
Hay que decirlo con todas las letras: la organización delictiva que dice tener protección de otros sectores, decidió luego de las últimas detenciones enfrentar a la Policía y no entregar el reducto del Municipal.
Los mayores operativos y controles de la fuerza están molestando más de la cuenta en la venta de drogas y los restantes hechos vinculados con la violencia de ese barrio y los sectores aledaños.

 

200 balazos
El jefe departamental, Ricardo Frank, que participó de la tarea operativa, indicó a UNO que “el problema que se registra no se soluciona con mayor presencia policial, sino con una tarea coordinada de la Justicia y otros organismos para que las investigaciones iniciadas por la comisaría 12ª con detallados informes sobre los autores de las balaceras, sean judicializados prontamente”.
Valentín estimó que los delincuentes que se subieron a los techos para atacar a los móviles policiales para emboscarlos con la balacera efectuaron no menos de 200 disparos. “Los fogonazos cruzaron toda la noche”, enfatizó el jefe de la 12ª.
Un dato que no es menor, es que los narcos utilizaron para disparar un par de carabinas con mira telescópica. Esto fue apreciado en la respuesta policial sobre el interior del Municipal que sigue padeciendo la falta de luz artificial adecuada y zonas llenas de malezas que son aprovechadas por los delincuentes.

 

Pequeña gran diferencia 
Por el protocolo ordenado desde la Justicia, los policías solo pueden extraer sus armas reglamentarias con munición convencional cuando estén en peligro de vida. Por ello es que debieron “responder” a los disparos de armas similares o más potentes con las de disuasión, es decir con postas de goma.
Los narcos tiraban a matar con balas de verdad y los policías se defendían con munición antitumulto.

 

Inspección ocular
En la tarde del ayer, el juez de Instrucción en feria Mauricio Mayer recorrió con personal policial de la 12ª y del Grupo de Infantería Adiestrada (GIA), los lugares donde la Policía combatió con los delincuentes.
UNO fue el único medio que se hizo presente en la medida judicial y se pudo verificar el poco interés de gran parte de los vecinos del lugar en tratar de ayudar a la investigación con datos, aunque reservados, que permitan ubicar a los narcos que poseen las armas de grueso calibre.
Mientras varios grupos de personas se preparaban para ir a la cancha de Patronato con la camiseta Santa, hubo exteriorizaciones de provocación al personal policial que acompañó al magistrado.
Se estima que en esta jornada se realizarán varios allanamientos en viviendas y zonas de arroyos con el fin de localizar a los responsables de la emboscada y balacera. Deberán saber las autoridades judiciales que 30 horas después, disponer tales medidas, son necesarias pero no eficaces, ya que seguramente la mayoría del parque de armas de la banda narco estará bien escondido en otros sectores del Municipal.

fuente: Uno

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