El medidador anticipó que esta primera ronda de negociaciones concluirá mañana sin que se haya conseguido «nada sustantivo». Las expectativas están puestas en la próxima estapa que comenzara en poco más de una semana.

La primera ronda de negociaciones de paz para Siria entró hoy en su penúltimo día con muy bajas expectativas de alcanzar un acuerdo y con el ojo puesto en la próxima ronda de conversaciones que comenzara en poco más de una semana.

El mediador en el proceso de paz para Siria, Lajdar Brahimi, se reunió hoy de nuevo con las delegaciones que representan al gobierno y a la oposición siria, pocos minutos antes de las 11.00 horas (7.00 de Argentina), confirmó la vocera de la ONU, Corinne Momal-Vanian.

Brahimi anticipó ayer que esta primera ronda de negociaciones Ginebra II concluirá mañana sin que se haya conseguido «nada sustantivo», aunque celebró que las dos partes quieran continuar con el proceso.

Además, confió en que la siguiente ronda de negociaciones sea «más estructurada y productiva».

Está previsto que las partes continúen hoy abordando el Comunicado de Ginebra I, documento acordado por Estados Unidos,
Rusia y la ONU en julio de 2012, informó la agencia de noticias EFE.

Se trata de una hoja de ruta para un eventual acuerdo de paz que termine con la guerra civil siria que ya dejó más de 300.000 muertos y casi 7 millones de desplazados.

Para la oposición, dicho texto establece que la salida al conflicto armado es a través de un gobierno de transición, en el que, según la Coalición Nacional Siria, no puede estar el actual presidente, Bashar al Assad, cuyo partido gobierna el país desde hace más de medio siglo.

El gobierno sirio, por su parte, destaca la parte del texto de Ginebra I que pide el fin de las hostilidades y rechaza una transición sin Al Assad.

En los primeros días, las tratativas se centraron en asuntos humanitarios, pero hoy, siete días después de su inicio, no hubo ningún cambio sobre el terreno.

El compromiso del gobierno de dejar entrar a Homs, tercera ciudad del país sitiada desde hace 18 meses, un convoy de ayuda para 500 familias, sigue todavía sin materializarse debido a la falta de garantías de que esa ayuda vaya a manos de combatientes y no de civiles, según el gobierno.

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