La apuesta por políticas ultraconservadoras en materia de aborto, educación y seguridad aceleró la caída del Partido Popular (PP) de Mariano Rajoy, que hoy perdería 60 escaños respecto a las últimas elecciones generales de noviembre de 2011, según una nueva encuesta.

Rajoy ganaría los comicios generales en España, pero sufriría un fuerte retroceso al obtener un 28,6% de los votos, y entre 126 y 129 escaños (frente a los 186 actuales), lo que supone un punto menos respecto a noviembre y 15,5 menos que la pasadas elecciones.

Así se desprende del último Barómetro Político de España del Gabinet d`Estudis Socials i Opinió Publica (GESOP), realizado en enero y publicado hoy por el diario El Periódico, de Cataluña.

Por su parte, el opositor Partido Socialista (PSOE) no consigue rentabilizar el desgaste del PP, ya que la fuerza de Alfredo Pérez Rubalcaba también sigue cayendo y obtendría un 24,9% de los votos, y entre 104 y 107 escaños (ahora tiene 110), su peor registro desde el año 2000.

Ideas como la de restringir el aborto, la politización de la educación con la reintroducción de la religión en los colegios, y proyectos que endurecen las leyes de seguridad ciudadana con la intención controlar la protesta social, le están pasando factura a Rajoy, coincidiendo con una mínima mejora de la economía española que oficialmente salió de la recesión en el tercer trimestre de 2013.

Según El Periódico, el 54% de los votantes que en 2011 apoyaron al PP descartan volver a hacerlo.

Frente a la caída de los dos grandes partidos de España, tanto  Izquierda Unida (IU) como la formación de centroderecha Unión, Progreso y Democracia (UPyD), triplican su representación en el Congreso de los diputados.

En el caso de IU, la tradicional tercera fuerza que actualmente lidera Cayo Lara, sumaría entre 48 y 50 escaños, mientras UPyD, con la ex socialista Rosa Díez a la cabeza, llegaría a entre 30 y 32 escaños.

El polarizado debate soberanista de Cataluña también queda reflejado en los resultados de las generales, con un ascenso de los independentista de ERC (Esquerra Republicana de Catalunya), que pasarían de 3 a 7 u 8 escaños, mientras la fuerza Ciutadans, de centroderecha y opuesta a la secesión, irrumpiría por primera vez con entre 2 y 4 diputados.

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