El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, afirmó que “aún siguen activados” los “grupos violentos” que ayer protagonizaron disturbios que dejaron tres muertos y al menos 66 heridos en manifestaciones oficialistas y opositoras, y que “pretendían asaltar” el palacio presidencial Miraflores.

«Hemos estado recibiendo reportes de la situación del país, de los grupos violentos que aún siguen activados», dijo Maduro durante una reunión de gabinete transmitida por la cadena nacional de radio y televisión.

Agregó que «hay grupos empeñados, aún hoy, a esta hora, por ejemplo aquí, en el municipio Chacao», y pidió al alcalde de este distrito caraqueño, Ramón Muchacho, que «active a sus funcionarios de seguridad y cuente con el gobierno nacional», informaron las agencias de noticias AVN y ANSA.

Asimismo, Maduro reiteró que los «grupos violentos» que atacaron ayer la sede de la Fiscalía General de la República «pretendían asaltar» el palacio presidencial Miraflores y subrayó: «Es el mismo guion del 11 de abril», por el día de 2002 en que un golpe de estado sacó del gobierno por menos de 48 horas al entonces presidente, Hugo Chávez.

Más temprano, el ministro de Interior y Justicia, general Miguel Rodríguez Torres, afirmó que las acciones de violencia «no han sido espontáneas» sino «conspirativas», y buscan generar una «guerra civil».

Asimismo, implicó en esas «acciones conspirativas» al alcalde del municipio caraqueño El Hatillo, David Smolansky; a los dirigentes estudiantiles Gaby Arellano y Vilca Fernández; al ex presidente colombiano Alvaro Uribe, y al ex funcionario estadounidense Otto Reich.

A la vez, numerosas figuras del oficialismo responsabilizaron por los incidentes a dos de los principales dirigentes de la Mesa de Unidad Democrática (MUD) que nuclea a 29 partidos opositores: el líder del partido Voluntad Popular (VP), Leopoldo López, y la diputada independiente María Corina Machado.

López no había podido «verificar» si efectivamente un tribunal de Caracas ordenó su captura, como publicó hoy un diario local y reprodujeron agencias noticiosas extranjeras pero no confirmó ninguna autoridad política ni judicial.

«Cuando fuimos al tribunal donde estaba la orden nos encontramos que estaba cerrado porque se quemó el sistema que hace la distribución de los expedientes», explicó Carlos Vecchio, dirigente de VP, en una rueda de prensa.

Vecchio aseguró que López «está en Venezuela y se queda en Venezuela para dar la cara» porque «no tiene nada que temer y seguirá en la calle», y advirtió que si las autoridades lo apresan, «saldrán miles de Leopoldos más», informaron el canal Globovisión y el diario Ultimas Noticias.

El diario caraqueño El Universal afirmó en su edición impresa de hoy que la jueza a cargo del Tribunal 16to. de Control de Caracas, Ralenys Tovar Guillén, libró anoche la «orden de aprehensión N° 007-14», requiriendo al Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin) que capture a López, e incluso publicó una fotografía del supuesto documento.

En ese texto se acusa a López de siete delitos, incluido «homicidio intencional calificado ejecutado por motivos fútiles e innobles» en los casos de Juan Montoya y Bassil Da Costa, los dos primeros de los tres muertos ayer.

Sin embargo, ninguna fuente oficial lo confirmó, como sí ocurrió con el caso del diplomático jubilado Fernando Gerbasi y el vicealmirante retirado Iván Carratú -acusados de conocer previamente que iban a producirse los disturbios de ayer-, anunciado anoche por Maduro y reproducido hoy por una nota de prensa del Ministerio de Comunicación e Información.

Por otra parte, el primer vicepresidente de la Asamblea Nacional (parlamento), el chavista Darío Vivas, informó que Machado será investigada por la Comisión de Política Interior y otros dos legisladores oficialistas anunciaron que pedirán que se le allane la inmunidad parlamentaria.

López y Machado asumieron en las últimas semanas una actitud más radical dentro de la MUD, con convocatorias reiteradas a que la ciudadanía saliera a la calle para procurar «la salida» anticipada del gobierno.

Esa posición no es compartida por el hasta ahora líder del sector, el ex candidato presidencial Henrique Capriles, quien en rueda de prensa volvió a tomar distancia tanto del gobierno central como de López y Machado, aunque sin nombrar a éstos, y aun cuando aseguró que «no hay ruptura en la Unidad» sino «visiones distintas».

«Que no venga el gobierno como la Caperucita Roja porque hay videos y fotos donde hay grupos armados por ellos que dispararon contra jóvenes que lo único que tenían, probablemente, era una piedra», dijo, y sostuvo que «el libreto» de las autoridades «es generar la violencia porque les conviene para tapar la crisis del país».

En cuanto a la oposición, criticó a quienes lo señalaron como «traidor o entregado», y advirtió: «Nosotros no queremos un golpe de Estado. Elegimos el camino más largo; a algunos no les gusta, pero es el camino seguro. Hay momentos donde debe primar la razón por encima de la emoción.»

Más temprano, el canciller venezolano, Elias Jaua, le brindó una entrevista para la TV Pública en la que afirmó que “el Estado venezolano está obligado a actuar con justicia para poner freno a estos grupos violentos fascistas, llenos de odio, que enlutan a la sociedad venezolana”.

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