El presidente estadounidense, Barack Obama, anunció nuevas sanciones contra Rusia y Moscú respondió con penalidades contra políticos norteamericanos, mientras fuerzas prorrusas tomaban barcos de guerra ucranianos anclados en la estratégica península.

El abordaje de las por lo menos tres corbetas llegó un día después de que milicianos crimeos y tropas rusas tomaran bases ucranianas en la península, y la tensión siguió hoy en aumento pese a la liberación del jefe de la Marina ucraniana, que había sido capturado ayer en el cuartel general de esa arma.

El portavoz de la Marina ucraniana, Vladislav Selesniov, dijo que entre 15 y 20 hombres armados irrumpieron con granadas de aturdimiento en la corbeta Ternopol en el puerto de Sebastopol.

Otras dos corbetas, Lutsk y Khmelnitsky, también fueron abordados por una multitud de hombres armados en otro lugar de Sebastopol, agregó el vocero, citado por la agencia de noticias DPA.

Rusia se anexó Crimea esta semana luego de que la península votara en referendo separarse de Ucrania y reunificarse con Rusia.

A fines del mes pasado, miles de soldados rusos y milicianos prorrusos crimeos tomaron control de los puntos más estratégicos de la península, donde Rusia tiene anclada su flota del Mar Negro.

Ayer, fuerzas crimeas prorrusas y soldados rusos tomaron control de varias bases militares ucranianas en Crimea, incluyendo el cuartel general de la Marina de Ucrania.

El comandante en jefe de la Marina ucraniana fue capturado durante el asalto de ayer al cuartel, pero hoy fue liberado después de negociaciones entre oficiales rusos y ucranianos, informó el gobierno ucraniano.

También hoy, el viceministro de Defensa de Ucrania, Leonid Polyakov, acusó al Ejército ruso de amenazar constantemente con asaltar las bases militares donde están localizados cientos de soldados ucranianos, rodeados por fuerzas prorrusas, informó la agencia de noticias rusa Interfax.

En Ginebra, el embajador de Ucrania ante la ONU, Yuri Klymenko, advirtió que las relaciones con su vecino se están deteriorando de manera alarmante y que Rusia parece estar preparándose a lanzar una «invasión» militar del este y sur de Ucrania.

En Washington, Obama anunció una expansión de las sanciones económicas contra Moscú, penalizando al jefe de gabinete del presidente ruso, Vladimir Putin, a otras 19 personas y a un banco cercano al Ejecutivo ruso.

Además, reveló que firmó un nuevo decreto, el tercero en relación a la crisis ucraniana, que le permitirá imponer nuevas sanciones a «sectores enteros de la economía» rusa, incluyendo el energético,  si Moscú no cambia de actitud respecto de Crimea.
Minutos después de la intervención de Obama en la Casa Blanca, Rusia contratacó anunciando una prohibición de entrada al país para nueve funcionarios y legisladores estadounidenses.

Entre ellos figuran el senador y excandidato presidencial republicano John McCain, el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner, y el líder de la mayoritaria bancada senatorial del oficialismo demócrata, Harry Reid, informó la Cancillería rusa en un comunicado.

«Rusia debe saber que una mayor escalada sólo la aislará más de la comunidad internacional», dijo Obama, quien agregó que Washington sigue con preocupación la situación en el este y sur ucraniano.

Las nuevas penalidades anunciadas por Obama congelan cualquier bien o activo que los individuos sancionados puedan tener en territorio estadounidense y además prohíben a ciudadanos norteamericanos realizar transacción alguna con los sancionados.

Los funcionarios afectados se suman a otros 11 sancionados ya a comienzos de semana por otro decreto de Obama, de ellos ocho rusos y cuatro ucranianos, en represalia por la anexión rusa de Crimea, que también es rechazada por la Unión Europea (UE).

En Moscú, luego de reunirse con Putin, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, dijo hoy que «enfatizó que todas las partes se abstengan de cualquier acción apresurada o provocativa que pueda exacerbar más una situación ya muy tensa y muy volátil».

Más temprano, la Cámara baja del Parlamento ruso ratificó el tratado de unión entre Rusia y Crimea, dos días después de que fuera sellado en el Kremlin por Putin y las autoridades crimeas.

Solo uno de los 446 diputados de la Duma votó en contra.

La cámara alta tiene previsto dar su visto bueno mañana, completando el proceso legal de anexión.

En Bruselas, al inicio de una cumbre de dos días por la crisis en Ucrania, jefes de Estado y de Gobierno de la UE dijeron que impondrán a más funcionarios rusos una prohibición de viajes al territorio comunitario y un congelamiento de activos ya adoptada esta semana contra otros 21 individuos.

También anunciaron planes para cancelar una cumbre Rusia-UE prevista para junio próximo en respuesta a la crisis de Ucrania, que según dijo ayer la OTAN es la mayor amenaza a la seguridad europea desde el fin de la Guerra Fría.

En un discurso ante el Parlamento en Berlín antes de partir hacia Bruselas, la canciller alemana, Angela Merkel, dijo que la UE podría tomar sanciones económicas ya no contra personas sino contra el Estado ruso en caso de que se agrave el conflicto.

Merkel agregó que el foro del Grupo de los Ocho (G8) naciones más industrializadas ha quedado suspendido por tiempo indefinido.

Rusia ejerce la presidencia protémpore del G8, y Putin tenía previsto ser anfitrión de sus pares, incluyendo a Obama, en una cumbre del grupo en la ciudad de Sochi en junio próximo.

El primer ministro británico, David Cameron, dijo que la cumbre también se centrará en fortalecer al gobierno ucraniano, llamando a las 28 naciones de la UE a reforzar su respaldo político y económico a Kiev.

El primer ministro ucraniano, Arseniy Yatsenyuk, firmará mañana un acuerdo político con la UE que refelja el compromiso de Bruselas con las nuevas autoridades de Kiev, surgidas tras la destitución del presidente prorruso, Viktor Yanukovich, el mes pasado, luego de una ola de protestas para exigirle que se acerque más a Europa

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