Según expertos, los incrementos en salarios, asignaciones familiares -incluida la AUH y jubilaciones-, acompañados por la iniciativa de mantener los precios de la canasta básica congelados, producirán un «efecto multiplicador» sobre el consumo.

De esta manera también mejorará la redistribución de la riqueza, concluyeron varios analistas.

Los expertos consultados por Télam destacaron lo acertado de que el Gobierno siga apoyándose en el consumo para fortalecer a la economía, en lugar de aplicar ajustes y recortes como sucede en los países desarrollados, y puntualizaron que estas políticas garantizan «previsibilidad» al consumidor.

La directora del Centro de Estudios y Desarrollo de Políticas (Cedep), Roxana Mazzola, subrayó que «lo importante en estos aumentos es la estabilidad y la previsibilidad que se le viene dando a la población, de que todos los años acceden a mejoras en su poder adquisitivo», y remarcó que «así se puede planificar mejor el consumo».

«Cuando se sabe que se cuenta con recursos y que todos los años aumentan, esto refuerza la idea de que es un derecho y no una asistencia que cuando se puede se la aumenta», destacó la especialista en políticas sociales y derechos de infancia y adolescencia, y autora del libro “Nuevo Paradigma, la Asignación Universal por Hijo en la Argentina”.

«Lo importante en estos aumentos es la estabilidad y la previsibilidad que se le viene dando a la población»
Roxana Mazzola

Mazzola explicó que «la posibilidad de tener una planificación familiar permite un mayor consumo o la decisión de comprar en cuotas» y añadió que eso «activa la demanda agregada y no queda sólo en una erogación de recursos la inversión que realiza el Estado».

Contrastó que «en los países desarrollados hay procesos de recortes y políticas económicas de ajuste más que de activar el consumo».

Asimismo, destacó que «el control de precios propuesto por el Gobierno acompaña y no permite que se esmerile el poder adquisitivo de estas transferencias».

Por su parte, el economista de Segundo Centenario, Hernán Letcher, sostuvo que «la política que se ha llevado adelante desde el Gobierno es la de sostener la demanda agregada, y que el costo de la crisis internacional no la paguen los trabajadores».

A su criterio, «es necesario sostener el consumo y es evidente que ha habido un combo de políticas tendientes a apuntalar el bolsillo de los trabajadores».

Además, destacó que «por primera vez esto va acompañado por una propuesta como la de `Mirar para Cuidar`, que tiene el objetivo de que justamente ese dinero rinda lo mejor posible».

Consideró que «estas medidas van de la mano de otras que no son sólo de consumo, sino también de inversión como el programa de viviendas Procrear, y los instrumentos de inversión para el sector inmobiliario y de energía, Cedin y Baade».

«Es una respuesta integral para la propuesta recurrente ortodoxa de que la economía hay que enfriarla o devaluar la moneda», indicó Letcher, quien sostuvo que «lo que molesta de este gobierno es que tiene una política de redistribución del ingreso».

En la misma línea, el integrante del Colectivo de Economistas del Bicentenario, Guillermo Hang, estimó que «seguramente habrá un empuje fuerte del consumo que seguirá siendo el principal motor de crecimiento de la economía, como lo fue en toda la década».

«El Gobierno sigue apostando por esta fórmula que le dio tan buenos resultados: volver a apostar al consumo interno para motorizar a la producción parece una política adecuada», sostuvo Hang.

Evaluó que «la focalización en los sectores de menores ingresos implica un mayor efecto multiplicador del consumo».

También destacó la propuesta de «Mirar para Cuidar», lanzada por el Gobierno, al señalar que «la potencialidad que generan estos aumentos sobre los formadores de precios para aprovecharse de este escenario, tiene que tener como contrapartida una acción tendiente a limitar los aumentos y a evitar abusos de las posiciones monopólicas».

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