Los extranjeros ingresaron U$S 2.200 millones en el primer semestre, pero la tormenta de inversiones tarda en formarse.

Los extranjeros invirtieron U$S 2.212 millones en el primer semestre en Argentina, una sustancial mejora respecto a los primeros seis meses del año pasado. Sin embargo, la cifra no se encuentra a la expectativa de la «lluvia de dólares». La mitad de los ingresos correspondió a la especulación financiera por la colocación de deuda del Gobierno y de las provincias.

El Banco Central reportó el ingreso de U$S 712 millones en el primer trimestre de parte de no residentes. El monto se duplicó para el segundo, cuando llegó a los U$S 1.500 millones, pero sigue sin saciar la necesidad de billetes del Gobierno.

«La tormenta de inversiones tarda en formarse», analizó el economista Guillermo Nielsen. El consultor resaltó el cambio respecto a la situación del año pasado, cuando los no residentes ingresaron 76% menos. «Se quebró la tendencia, pero la magnitud sigue siendo muy pobre», alertó el ex secretario de Finanzas.

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«El inversor que viene a la Argentina sabe que el Gobierno no puede parar la inflación ni bajar el déficit, por eso esperan al menos un año y después verán qué hacer», explicó Nielsen. «La prioridad de este gobierno dicen que es la inversión, pero no lo demuestran», esgrimió.

De este total para el segundo cuarto del año, sólo U$S 777 millones consistieron en inversiones directas; es decir, las que se destinaron a la economía real. El año pasado se debilitó el ingreso de capitales, por lo que es la mayor entrada en dos años.

Casi la mitad de la liquidación del trimestre (con precisión, U$S 712 millones) se destinó al mercado financiero. Las «inversiones de cartera» se dispararon en la gestión de Federico Sturzenegger en el Central por las medidas que tomó para desregular el flujo de capitales. Así les facilitó a los inversores la compra de los bonos que el ministro de Hacienda, Alfonso Prat Gay, esparció en el exterior ante la necesidad de fondos. Parte de esa deuda también la colocaron las provincias, por los mismos problemas de financiamiento.

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