Los líderes de la Unión Europea debatirán este viernes sobre cómo reforzar su base económica para aguantar el pulso a potencias como China o Estados Unidos, una labor que pasa por potenciar la industria o la digitalización, pero también por una mayor defensa frente a prácticas desleales.

En la segunda jornada de una cumbre europea monopolizada por el Brexit, los jefes de Estado y de Gobierno de la UE analizarán la situación de la economía europea, que sufre una desaceleración más marcada de lo previsto, y abordarán los retos que afronta con la vista puesta en el gigante asiático.

En la UE ha crecido la preocupación por el perjuicio para la competencia que pueden suponer las cada vez mayores inversiones y adquisiciones estatales chinas en Europa y se ha pasado de considerar a China solo un socio a tratarla de «competidor estratégico» sin interés en dar un trato recíproco a los europeos.

La Comisión Europea definió así al país en una estrategia publicada hace unos días con varias medidas para reequilibrar la relación entre China y la UE. El debate llega además en un momento en que Francia y Alemania reclaman una industria más potente y una política de competencia más favorable a los intereses europeos.

Con este telón de fondo, los líderes prepararán su cumbre con China del 9 de abril y el viernes aprobarán unas conclusiones que instan a los Estados y a la próxima Comisión a trabajar de cara a 2020 en un «enfoque integrado» que incluya la política industrial, digital, comercial y de competencia.

«La discusión dará lugar a una reflexión sobre cómo la UE debería posicionarse con respecto a China y Estados Unidos. Todos estos temas son relevantes también para Estados Unidos. La UE no es gigante en poder militar, pero en comercio, regulación económica, es una superpotencia», apuntan fuentes diplomáticas.

En concreto, los Veintiocho abogarán por una política «industrial firme» y pedirán a la Comisión que para marzo de 2020 presente una «visión a largo plazo para el futuro industrial de la UE», según el borrador de conclusiones al que tuvo acceso Efe.

También para esa fecha se espera un «plan de acción a largo plazo» para explotar el potencial del mercado único europeo, que ponga el acento en la economía de servicios y los mercados de capitales.

En materia digital, los líderes instarán a potenciar la inteligencia artificial y el acceso a los datos y respaldarán la reciente apuesta de la Comisión para poner en marcha un enfoque común sobre la seguridad de las redes 5G, una cuestión que han puesto de relieve los problemas de la compañía china Huawei en EEUU.

Las conclusiones llaman también a garantizar una competencia justa, aunque no se hacen eco de la demanda de Francia y Alemania para reformar las normas de competencia con vistas a permitir la creación de «gigantes industriales europeos».

Según fuentes diplomáticas, esta demanda «no ha generado muchas simpatías» por ser «radical».

En el capítulo de comercio, los líderes subrayan que «la UE debe salvaguardar sus intereses en vista de las prácticas desleales de terceros países e inversiones que amenacen la seguridad o el orden público», según el borrador.

Para ello, instan a utilizar las medidas de defensa comercial, las reglas de licitaciones públicas y el marco para el control de inversiones extranjeras que entra en vigor en abril, así como a retomar las discusiones sobre el instrumento para el acceso recíproco a contratos públicos.

La UE prevé retomar esta discusión en marzo de 2020 ya con las aportaciones de la Comisión en la mano. EFE

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