«Libertad para Lula». Ese fue el grito por excelencia del Día del Trabajador en la ciudad de Curitiba, Brasil, donde miles de personas se manifestaron para exigir la excarcelación del expresidente brasileño. Los principales movimientos sindicales del país olvidaron sus habituales diferencias para marchar juntos por Lula da Silva. El rojo del Partido de los Trabajadores inundó la ciudad en cuya prisón cumple condena .

«Este es un día de lucha para todos los trabajadores», decía una manifestante. «Estamos aquí para exigir la puesta en libertad del presidente Lula, el hombre que ayudó a los trabajadores y a las minorías del paísl, hombres y mujeres».

Lula cumple desde el pasado 7 de abril una condena de 12 años de prisión por corrupción y lavado de dinero, unos cargos que él siempre ha negado. Tanto para el expresidente como para sus seguidores, todo obedece a un complot para evitar que se presente a las elecciones del próximo mes de octubre.

A través de una carta con motivo del Primero de mayo, Lula ha reafirmado su intención de concurrir a unos comicios que lidera en los sondeos, a pesar de que la ley electoral le inhabilita para gobernar.

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