La reunión de ministros de Finanzas del G7, en Canadá, ha sido más bien un G6 más uno. Es decir, todos contra Estados Unidos, que con sus aranceles al acero y al aluminio, que entraron en vigor este viernes, amenaza con desestabilizar la economía mundial. Ese ha sido el sentimiento de los socios de Washington en esta cumbre: Francia, Alemania, Italia, el Reino Unido, Japón y Canadá, país anfitrión.

«Sabemos que en cada relación, en cada negociación, hay momentos difíciles. Tengo una sólida relación con el Secretario del Tesoro estadounidense, pero he aprovechado la oportunidad para dar nuestra opinión y decir que lo que han hecho no es productivo. Y seguiremos haciéndolo», ha declarado Bill Morneau, ministro de Finanzas de Canadá.

Los países del G7 consideran los nuevos aranceles estadounidenses «absurdos» e «inaceptables».

Tanto la Unión Europea como Canadá presentaron una denuncia al respecto, este viernes, ante la Organización Mundial del Comercio (OMC).

El ministro de Economía francés, Bruno Le Maire, ha señalado que «la pelota está en el campo de los estadounidenses» para evitar una guerra comercial.

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«We will now trigger a dispute settlement case at the WTO, since the US measures
on steel and aluminium clearly go against agreed international rules» @MalmstromEU https://www.pscp.tv/w/1YpJkElwOAXKj 

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Cecilia Malmström on EU Trade

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