La Agencia Nacional de Seguridad de los Estados Unidos (NSA) intercepta y graba todas las llamadas de teléfonos móviles en Las Bahamas y las almacena durante un mes mediante un programa secreto que también se desarrolla en México, Kenia y Filipinas, según nuevas filtraciones del ex técnico de inteligencia Edward Snowden.

El espionaje en la isla caribeña forma parte de un sistema secreto llamado Somalget, implementado sin el conocimiento del gobierno de Bahamas, según un artículo publicado por The Intercept, el sitio del periodista Glenn Greenwald, en base a documentos aportados por Snowden.

La NSA se habría aprovechado del acceso legal a la isla obtenido por la Administración para el Control de las Drogas (DEA) para «pinchar» la red de telefonía celular de ese país, «lo que le permitió grabar secretamente y almacenar el audio de cada llamada móvil hecha desde, hacia y dentro de las Bahamas» y almacenarlas durante un mes, según The Intercept.

El artículo describe que Somalget es parte de un programa más amplio de la NSA llamado Mystic, utilizado para monitorear de forma secreta los sistemas de telecomunicaciones tanto de Bahamas como en otros países, entre ellos México, Filipinas y Kenia.

La existencia de Mystic había sido revelada en marzo por el diario estadounidense The Washington Post. Este programa estaría siendo utilizado de forma activa para recoger metadatos en los países mencionados y en un quinto, que no se dio a conocer.

«Pero mientras Mystic rastrea las redes móviles para obtener la llamada ‘metadata’ -esa información que revela el horario, la fuente y el destino de las llamadas- Somalget es una herramienta de vanguardia que habilita a la NSA a recopilar y almacenar el contenido real de todas las conversaciones de un país entero», afirma el artículo.

Somalget «habilita a la NSA a recopilar y almacenar el contenido real de todas las conversaciones de un país entero»
The Intercept

Según documentos clasificados citados por la publicación, la NSA está juntando fondos para exportar esa capacidad de recopilación de datos a otros lugares, que no especifica.

Los documentos filtrados por Snowden muestran que Somalget fue desplegado en Bahamas para encontrar «traficantes internacionales de drogas» y de personas, y no para rastrear complots terroristas y amenazas a la seguridad nacional estadounidense, argumentos con los que la comunidad de inteligencia de ese país justifica el espionaje masivo.

Por esa razón, «el programa plantea profundas preguntas sobre la naturaleza y extensión del espionaje estadounidense en el extranjero», opinan los autores del artículo, Ryan Devereaux y Laura Poitras, además de Greenwald.

Para apuntalar esta opinión, The Intercept cita un informe sobre crimen y seguridad pública elaborado el año pasado por el Departamento de Estado estadounidense, en el que esa cartera afirma que «Las Bahamas es una democracia estable que comparte los principios democráticos, las libertades personales y el estado de derecho con los Estados Unidos».

El informe de la diplomacia norteamericana agrega que «los estadounidenses no enfrentan amenazas de terrorismo, guerra o disturbios civiles» desde la isla caribeña.

Así, al apuntar a la red completa de telefonía móvil, «la NSA está intencionalmente recolectando y reteniendo la inteligencia de millones de personas que no han sido acusadas de ningún crimen o actividad terrorista».

La NSA rehusó realizar comentarios sobre el programa de espionaje, aunque en un comunicado señaló que «las implicaciones de la NSA en la inteligencia de recolección (de datos) en el extranjero es arbitraria falsa».

Por otra parte, The Intercept informó que ni el primer ministro Bahamas ni el ministro de Seguridad Nacional realizaron comentarios sobre el asunto, como tampoco lo hicieron las embajadas de México, Kenia y Filipinas.

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