Se impuso por más de 24 puntos de diferencia sobre el radical Benedetti. Bordet sumaba 58,15% y Benedetti alcanzaba los 33,65 puntos. Debajo, muy lejos, se repartían décimos los otros cinco candidatos.
Los números exhibieron su contundencia con el 99, 7 % de las 3262 mesas escrutadas, en las que se expresó en las urnas el 72 % del padrón electoral.
También ensombreció la performance de Cambiemos: desde la Casa Rosada los pronósticos optimistas apostaban a una brecha de 10 puntos y, apoyados en encuestas oficiales, especulaban con que esa diferencia podía estrecharse en las generales.
Pero el revés electoral resultó más que concluyente para el diputado radical Atilio Benedetti ( 33,65 % de los votos) que dos años atrás se había impuesto en las legislativas con el 53 % de los sufragios y sellado una diferencia de 15 puntos con el frente Justicialista. Entonces un floreciente Cambiemos había accedido por primera vez a tres de las cinco bancas en el Congreso y ganado en territorios históricamente dominados por el Justicialismo.