Las imágenes de la NASA nos permiten hacernos una idea del peligro: una inmensa masa blanca girando en dirección a Estados Unidos que Donald Trump ha definido como «el monstruo absoluto».

El huracán Dorian crece con cada hora que pasa y el domingo podría convertirse en un huracán de categoría 4 potencialmente catastrófico, un día antes de golpear con vientos de más de 200 kilómetros por hora la costa de Florida, donde se ha decretado el estado de emergencia.

El presidente estadounidense ha anulado el viaje que tenía previsto a Polonia y pedido a los habitantes de Florida que se preparen para el peor de los escenarios.

«Tuvimos suerte, esquivó Puerto Rico y golpeó las Islas Vírgenes, pero no tanto como podría haberlo hecho. Pero ha empezado a hacerse cada vez más y más grande y ahora parece que podría ser un monstruo absoluto -señaló Donald Trump-. Todo indica que va a golpear muy fuerte y va a ser muy grande. Alguien dijo más grande que Andrew, o al menos tan grande como Andrew, y si recuerdan a Andrew, de hace unos años, no fue nada bueno. Solo tengan cuidado, manténganse en seguridad y que Dios les bendiga».

«Estamos listos», asegura Donald Trump a los habitantes de Florida

El gobernador de Florida ha pedido a la poblacion que se prepare y haga acopio de alimentos, agua y medicamentos para siete días. En Miami los estantes de los supermercados empiezan a vaciarse.

Muchos preparan sacos con arena para aguantar el envite. El propio Trump cuenta con varias propiedades en el estado, entre ellas, su lujosa residencia Mar-a-Lago.

Se prevé que Dorian toque tierra en algún lugar aún impreciso, entre los Cayos de Florida y el sur de Georgia, donde se ha decretado igualmente el estado de emergencia.

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