El agresor, un hombre de 20 años nacido en Chechenia, estaba en el radar de la policía como radicalizado

El Estado Islámico (ISIS) difundió este domingo un vídeo en el que presuntamente el hombre que el sábado mató a una persona e hirió a otras cuatro en un ataque con un cuchillo en el centro de París jura lealtad a la organización terrorista. Aunque no supone necesariamente una prueba de la autoría del ISIS tras lo que las autoridades francesas investigan como un acto terrorista, sí muestra un vínculo entre el supuesto atacante, Khamzat Azimov, un joven de 20 años nacido en Chechenia pero nacionalizado francés, y la organización yihadista.

En la grabación, distribuida de manera póstuma por la agencia de propaganda del ISIS Amaq y recuperada por el centro estadounidense para la vigilancia de sitios islamistas (SITE, en su siglas en inglés), un joven con la cara tapada, pero cuya parte superior del rostro parece concordar con las imágenes publicadas en la prensa francesa del agresor de París, jura lealtad, en francés, al líder del Estado Islámico, Abu Bakr al Bagdadi.

La directora de SITE, Rita Katz, subrayó que el vídeo en sí no supone una prueba de que el ISIS haya coordinado el ataque en la capital francesa, pero sí “muestra un vínculo y comunicación entre (Azimov) y el grupo” extremista, algo que no se ha podido demostrar en otros atentados reivindicados también por el Estado Islámico.

Según se conoció también este domingo, horas después del ataque en la noche del sábado en una concurrida zona de bares y restaurantes en el distrito dos de París, Azimov, aunque no tenía antecedentes judiciales, estaba fichado como radicalizado, si bien no llegó a despertar la alarma de las fuerzas del orden francesas.

El joven, nacido en Chechenia en noviembre de 1997, vivía en París, aunque creció en Estrasburgo. Obtuvo la nacionalidad francesa en 2010, el mismo año en que lo hizo su madre, dijo el portavoz del Gobierno, Benjamin Griveaux.

El portavoz también confirmó que Azimov figuraba desde 2016 en el fichero «S» de los servicios de inteligencia, un archivo que reseña más de 10.000 personas consideradas que pueden constituir un peligro para el Estado, aunque en muchos casos no hayan cometido aún ningún delito. El fichero incluye a islamistas radicales, gente susceptible de tener contactos con movimientos terroristas, fanáticos de fútbol violentos o miembros de grupos de ultraizquierda o ultraderecha.

Según el diario Le Parisien, Azimov había sido fichado porque en Estrasburgo rondaba a un grupo de chechenos que aspiraban a partir a Siria. La Agencia France Presse por su parte informó de que Azimov también había sido incluido en el FSPRT, un fichero para la prevención de la radicalización islamista, aunque más “por sus relaciones” que “por su propio comportamiento, sus acciones o su posicionamiento”. Hace un año, fue interrogado por los servicios antiterroristas porque conocía a un hombre vinculado a una persona que partió a Siria, de acuerdo con esa fuente. Los padres del atacante fueron puestos este domingo bajo custodia policial y estaban siendo interrogados. También fue detenido en Estrasburgo un amigo del agresor. Una imagen del hombre lo muestra esposado y encapuchado, portando una camiseta negra donde se puede leer “defiende Grozny” junto con la imagen de una metralleta.

El fiscal de París, François Molins, había anunciado la medianoche del sábado que el ataque estaba siendo tratado como un acto terrorista. “Sobre la base de los testimonios que afirman que el hombre gritó Allah Akbar (Alá es grande) y en vista del modus operandi, hemos encargado [la investigación] a la sección antiterrorista de la fiscalía de París”, explicó.

La autoría del ataque fue asumida poco después por el Estado Islámico. “El autor de este ataque con cuchillo en París es un soldado del Estado Islámico”, dijo Amaq, según la cual “la operación fue realizada en represalia contra los Estados de la coalición” internacional antiyihadista en Irak y Siria, afirmó.

El presidente francés, Emmanuel Macron, aseguró que el país no cederá ante esta amenaza que ha costado la vida a 245 personas desde la oleada de atentados de 2015. “Francia paga una vez más el precio de la sangre, pero no cede ni un ápice a los enemigos de la libertad”, subrayó Macron en un mensaje en Twitter.

El ministro del Interior, Gérard Collomb, celebró el domingo una reunión del Estado Mayor. Tras el encuentro, señaló que aunque el terrorismo sigue siendo una “amenaza grave”, es a la vez “difusa” por el uso de métodos “no muy sofisticados” como un cuchillo o atropellos masivos. Es precisamente esto, agregó, lo que hace más complicado prevenir este tipo de ataques.

Los cuatro heridos por el agresor continuaban recuperándose este domingo, incluida la persona que la pasada noche se debatía entre la vida y la muerte, pero cuya vida ya no corre peligro, reveló también Collomb desde el hospital Georges Pompidou de París, adonde fueron trasladados los dos heridos más graves. Se trata, según AFP, de un hombre de 34 años y una mujer de 54. Otra mujer de 26 años y un hombre de 31 resultaron heridos más leves.

La víctima mortal era un hombre de 29 años, de acuerdo con la agencia. “Una vez más, es la juventud de Francia la que es atacada”, lamentó Collomb en referencia a los atentados del 13 de noviembre de 2015 en la sala de conciertos Bataclan y en varias terrazas y restaurantes de París, que dejaron 130 muertos.

Aunque Francia salió oficialmente en noviembre del estado de emergencia que impuso tras la oleada de atentados de 2015, todo el país sigue bajo una constante amenaza terrorista. El último ataque mortal tuvo lugar a finales de marzo en Carcasona y Trèbes, en el sur del país, cuando un hombre mató a cuatro personas antes de ser abatido, incluido un gendarme que se intercambió por una rehén en el supermercado donde se atrincheró el terrorista.

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