El Gobierno español ha aprobado la declaración de «emergencia climática y ambiental» en el Consejo de Ministros celebrado este martes. El Ejecutivo cumple así con el mandato del Congreso de los Diputados que en septiembre apoyó la moción en este sentido de Unidas Podemos por 311 votos frente a 24 en contra de la formación de ultraderecha Vox.

Con esta declaración el Gobierno quiere mostrar su compromiso con la lucha contra el cambio climático y la prioridad que otorga a este asunto en su programa para los próximos cuatro años.

La ministra Teresa Ribera ha explicado que esta declaración es una cuestión de Justicia, entre territorios, generaciones y por el impacto del cambio climático en la desigualdad social.

Ribera también ha afirmado que es una necesidad de cara al futuro, también una oportunidad por las transformaciones económicas que conllevará la transición energética.

Y ha añadido que sería irresponsable no abordar este gran desafío. Desde el punto de vista ambiental, económico y social.

El Ejecutivo promete poner en marcha una batería de medidas en los primeros 100 días desde la declaración:

  • La elaboración de un proyecto de ley para que España alcance el objetivo de cero emisiones antes de 2050.
  • Abrir vías para descarbonizar la economía española.
  • Crear un nuevo plan de adaptación al cambio climático
  • Lanza una transformación de la Industria y el sector servicios
  • Intentar implicar a la población con una Asamblea Ciudadana.

En total el plan del Gobierno español conlleva 30 medidas.

Los estragos de la borrasca Gloria en las costas de Valencia, Baleares y Cataluña son una muestra en tiempo real de la urgencia de actuar contra el cambio climático.

Como lo han advertido diferentes agencias meteorológicas, el calentamiento del Mar Mediterráneo es uno de los responsables de crear fenómenos extremos como olas de calor, duras sequías, lluvias torrenciales e inundaciones en gran parte del litoral mediterráneo.

La región mediterránea es una de las que sufrirá con más fuerza el impacto del cambio climático según un estudio reciente. Uno de los principales problemas a los que se enfrenta España es la desertización de gran parte de su territorio.

Entre los países e instituciones que ya han adoptado una declaración de emergencia climática están el Parlamento Británico, el Parlamento Europeo, Francia, Portugal, el Vaticano o Canadá.

También muchas capitales y grandes ciudades del mundo han declarado la emergencia climática. Una de las últimas fue Barcelona, con una impactante campaña.

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