El gobierno bolivariano señaló que pese a las restricciones impuestas por Estados Unidos buscará hacer del petro una de las criptomonedas “más sólidas y confiables del mundo”.

El presidente Donald Trump prohibió ayer a los estadounidenses todo tipo de transacciones con petros, la criptomoneda lanzada por Nicolás Maduro en Venezuela, e impuso una nueva ronda de sanciones a funcionarios del entorno político del mandatario latinoamericano. Por su parte, el gobierno bolivariano hizo público un comunicado en el que señala que pese al veto de Estados Unidos continuará impulsando la tecnología blockchain y buscará hacer del petro una de las criptomonedas “más sólidas y confiables del mundo”.

La orden ejecutiva, firmada por el presidente republicano en el Despacho Oval poco después del mediodía, veta a todo ciudadano y empresa norteamericana las operaciones con toda divisa digital, moneda digital o ficha digital emitida por Venezuela desde el 9 de enero. Trump asegura en el decreto que este es un paso adicional a la vista de las “recientes acciones tomadas por el régimen de Maduro para eludir las sanciones estadounidenses”.

Las criptomonedas son medios de pago virtuales que permiten un intercambio independiente de gobiernos y bancos con los participantes en el anonimato. El caso más conocido es el bitcoin. El petro es la primera criptomoneda lanzada por un Estado. El gobierno de Maduro la puso a la venta el 20 de febrero, en medio de la caída por los ingresos del petróleo y la dificultad para emitir deuda nueva y refinanciarse a través de las instituciones estadounidenses por las sanciones de Washington.

Con el respaldo de las reservas de crudo, Maduro lanzó la criptomoneda el mes pasado para ampliar el capital del país ahogado por la crisis y para eludir las restricciones económicas estadounidenses. Caracas ha oficializado un campo con 5.000 millones de barriles de crudo. El gobierno de Maduro asegura haber recibido pedidos de compra del petro por un monto equivalente.

El decreto firmado por Trump prohíbe todas las transacciones, provisiones de financiación y otras operaciones relacionadas con ciudadanos y empresas estadounidenses y dentro de Estados Unidos. Washington considera que el petro ha sido lanzado para burlar las sanciones que ha impuesto desde la llegada de Trump a la Casa Blanca.

La administración republicana, no obstante, no dio una cifra estimada de cómo impactará la orden ejecutiva en la financiación del gobierno de Maduro. Trump autorizó al secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, a emitir cualquier regulación que sirva para aplicar el decreto.

“El presidente Maduro diezmó la economía venezolana y propició una crisis humanitaria. En vez de corregir el curso para evitar una catástrofe mayor, el régimen de Maduro está intentando burlar las sanciones a través del petro”, manifestó Mnuchin en un comunicado. Mnuchin informó demás de haber participado ayer en una “importante reunión” en Argentina con sus homólogos de la región y de Europa, en la que abordaron cómo trabajar para “restaurar la democracia venezolana, combatir la cleptocracia del régimen de Maduro y responder a la crisis humanitaria”.

“Instamos a Maduro a que distribuya ayuda humanitaria y deje de bloquear la tan necesitada ayuda extranjera para el sufrimiento de la población de Venezuela, y nuevamente hacemos un llamado a los militares venezolanos para que respeten y defiendan la Constitución”, agregó Mnuchin.

El senador demócrata Bob Menéndez y el republicano Marco Rubio, de los más activos contra el gobierno de Venezuela en el Congreso estadounidense, advirtieron a Trump sobre las consecuencias de la criptomoneda poco después de ser anunciada por Maduro y ayer aplaudieron la decisión el mandatario.

No obstante, el gobierno estadounidense aún “sigue estudiando” las posibilidades de imponer también sanciones al petróleo venezolano, una opción que, según dijeron los altos funcionarios, “sigue sobre la mesa”.

El Ejecutivo de Trump quiere estar seguro de las consecuencias que podría tener una medida de tal calado, la cual “afectaría drásticamente al pueblo venezolano, a los países caribeños y también a la economía estadounidense”, añadieron.

Venezuela se ha convertido en el centro de la política latinoamericana de Trump. Desde su llegada a la Casa Blanca ha impuesto varias rondas de sanciones contra más de medio centenar de funcionarios del entorno político de Maduro, incluido el propio presidente venezolano. También impuso una ronda de sanciones financieras para ahogar la financiación del gobierno venezolano.

Dos horas después de que Trump firmara la orden ejecutiva sobre el petro, el Departamento del Tesoro incrementó ayer en cuatro la lista de altos funcionarios sancionados, cuyos activos sujetos a la jurisdicción de Estados Unidos quedaron así congelados. Ninguno de los cuatro está relacionado con el petro. Estos son Américo Alex Mata García, director suplente de la Junta Directiva del Banco Nacional de Habitat y Vivienda y Willian Antonio Contreras, jefe de la Superintendencia para la Defensa de los Derechos Socioeconómicos , la agencia responsable de imponer controles de precios en Venezuela. Además, Nelson Reinaldo Lepaje Salazar, jefe de la Oficina del Tesoro Nacional de Venezuela, y Carlos Alberto Rotondaro Cova, ex presidente de la Junta Directiva del Instituto Venezolano de Seguridad Social la agencia gubernamental encargada de proporcionar medicamentos a los pacientes para enfermedades crónicas.

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