“Es una idea, nada más. No hay proyecto. Se presentó una idea para empezar a charlar, a debatir, en un ambiente democrático de discusión”.

Sergio Paul Altamirano, vicerrector de la Escuela N° 15 Manuel Antequeda, de Colonia San Carlos, a 20 kilómetros de Colonia Avigdor, en el departamento La Paz, se sorprende por las repercusiones y las críticas que generó un proyecto que viene manejando desde 2016 y que consiste en transformar la dinámica de esa institución escolar metida en medio del campo y que soporta el despoblamiento y la pérdida de matrícula.

La Escuela Antequeda tiene 161 estudiantes, aunque es de primera categoría y por esa categorización debería contar con una matrícula superior a los 200 alumnos. La pérdida de matrícula, dice Altamirano, es producto del despoblamiento rural y de la decisión de los padres de buscar otras alternativas de formación de sus hijos que no dependan tanto de las condiciones meteorológicas. En días de lluvia, los docentes no pueden ingresar a la escuela porque el camino es de tierra -se ha enripiado solo 6 kilómetros de los 23 kilómetros que los separan de la ruta- y por eso cobran importancia las aulas virtuales, aplicaciones para whastapp que sirven para que el contacto profesor-alumno no se pierda. Aunque en materias específicas, del ciclo superior, orientado a la producción agropecuaria, la educación a distancia no resulta.

Ese modo de enseñanza-aprendizaje, asegura Altamirano, es sólo una herramienta que no puede suplir todo el proceso presencial en el aula. Y por eso el vicerrector planteó el proyecto de crear un “anexo” de la escuela en Colonia Avigdor, a 20 kilómetros de la Agrotécnica Antequeda, a partir de una demanda de la Junta de Gobierno: contar con una escuela de nivel secundario en el pueblo. El proyecto es que el “anexo” funcione del modo siguiente: el ciclo básico de la secundaria se cursaría en Avigdor; y el ciclo orientado, en la Escuela Agrotécnica, ubicada a 20 kilómetros, en la Colonia San Carlos.

Altamirano insiste en que se trata nada más que de una “idea”, que pretende que sea debatida pero de modo enfático niega que sea una resolución ya adoptada. Aunque rechaza de plano que en la iniciativa tenga alguna injerencia la Fundación Judaica, una institución fundada por el rabino Sergio Bergman, ministro de Medioambiente de la Nación, que tiene mucho peso en Avigdor.

“La Fundación Judaica no tiene nada que ver. No hubo contacto con ellos. Es una idea que vengo sosteniendo desde 2016 a partir de observar lo que pasa con la población rural y la pérdida de matrícula. Llevar el ciclo básico a Avigdor permite mejorar las condiciones para los alumnos, que van a tener garantizada la presencia de los docentes todos los días. Acá, en cambio, al tener un ingreso por camino de tierra, en días de lluvia el docente no ingresa”, plantea. Y da números: actualmente la Escuela Antequeda hoy tiene 160 alumnos, pero llegó a contar con una matrícula de más de 200.

“Yo planteo la idea. La Junta de Gobierno de Colonia Avigdor tiene interés en contar con una escuela secundaria. Ya tienen un expediente iniciado. Es una población interesante y postergada en su escuela secundaria. Colonia Avigdor es imposible que no tenga secundaria”, afirma Altamirano.

“La escuela viene con discontinuidad en su matricula. Entonces, se pensó en cómo potenciarla, y qué respuesta dar desde el Estado. Así nació la idea de crear un anexo en Avigdor. Pero nada que ver con la Fundación Judaica”, aclara.

Los padres y los docentes alertaron respecto de un “negociado” que se habría planteado con la venta de las 492 hectáreas que ocupa la escuela -la institución educativa de mayor superficie de la provincia, y el traslado a un predio e la Judaica. “En ningún momento se pensó en vender. Sólo se habló de trasladar el ciclo básico a Avigdor, porque son los alumnos que necesitan más acompañamiento”, sostiene Altamirano.

Al despoblamiento rural se suman los inconvenientes con el transporte. La Escuela Antequeda tuvo, hasta 2011, vehículos propios para el traslado de alumnos, pero luego, al ser unidades viejas, no superaron la revisión técnica vehicular. Ahora, el Instituto Autárquico Becario Provincial (Inaubepro) asumió la tarea de trasladar a los alumnos. “Pero son colectivos grandes, difíciles para los caminos de tierra que tenemos. Eso, el problema del transporte, hizo que muchos padres sacaran a sus hijos de la escuela”, evalúa.

Altamirano se sorprende de las críticas que lanzaron padres y docentes a su proyecto. “No sé por qué se despertó esa oposición. No sé desde qué lugar tomaron la idea. Lo que se está diciendo es una falsedad. No es verdad”, dice respecto de los cuestionamientos sobre la supuesta venta de las tierras de la escuela.

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