Un Boeing 737 de Ethiopian Airlines se precipitó al suelo por razones que aún se deconocen, poco después de despegar de Addis Abeba.

Un avión Boeing 737 de la aerolínea Ethiopian Airlines se estrelló este domingo durante un vuelo de Addis Abeba, Etiopía, a Nairobi, Kenia. La empresa informó que ninguno de los 149 pasajeros y ocho tripulantes sobrevivieron el accidente y agregó que había personas de más de 30 nacionalidades abordo.

Según informa la BBC, el accidente ocurrió este domingo poco después del despegue de la capital etíope y por el momento se desconocen las causas del siniestro.

La primera información que se tuvo del accidente fue a través de la cuenta de Twitter del primer ministro, Abiy Ahmed. En su mensaje envió sus «más profundas condolencias a las familias de aquellos que han perdido a sus seres queridos».

Poco antes, la aerolínea había indicado en un comunicado que los operativos de búsqueda y rescate habían comenzado cerca de la localidad de Bishoftu, que queda unos 60 km al sureste de la capital. «Personal de Ethiopian Airlines será enviado al lugar de los hechos y haremos todo lo posible para asistir a los servicios de emergencia», agregó la aerolínea.

Boeing, la empresa que fabricó la aeronave, comunicó en Twitter que estaba «monitoreando la situación de cerca». El avión 737 Max-8 era relativamente nuevo, fue lanzado al mercado de la aviación comercial en 2016 y Ethiopian Airlines lo sumó a su flota en julio del año pasado.

Otro avión del mismo modelo estuvo involucrado en un accidente hace cinco meses, cuando el vuelo de Lion Air se estrelló en el mar cerca de Indonesia con casi 190 personas a bordo.

La aerolínea vuela a muchos destinos en África, lo que la hace muy utilizada en un continente donde muchas otras empresas sólo cubren rutas desde sus países a otros lugares fuera del continente.

Ethiopian Airlines tiene una buena reputación de seguridad, aunque en 2010 una de sus naves se estrelló en el Mediterráneo, poco después de despegar de Beirut, Líbano. El incidente cobró la vida de las 90 personas a bordo.

El peor desastre hasta ahora, sin embargo, ocurrió en noviembre de 1996, en un accidente que se produjo durante un secuestro en un vuelo entre Addis Abeba y Nairobi. Una de las turbinas del avión se apagó por falta de combustible y aunque los pilotos intentaron un aterrizaje de emergencia, se estrellaron contra un arrecife en el Océano Índico, murieron 123 de las 175 personas a bordo.

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