El ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, salió al cruce de un artículo periodístico y destacó que los países vecinos “importan más de la mitad de la energía que consumen”.

«Los países vecinos, muchos de los cuales suelen ser mostrados como modelo a seguir por el grupo monopólico, importan más de la mitad de la energía que consumen y tienen una demanda en relación a su cantidad de habitantes que en algunos casos es un tercio la de Argentina, lo que habla claramente del desarrollo productivo y la calidad de vida en nuestro país», señaló De Vido en un comunicado de su cartera difundido hoy.

Así, el funcionario salió al cruce de un artículo publicado en el diario Clarín, titulado «Es récord el gasto en subsidios y en importación de energía».

De Vido afirmó que «siempre con los primeros fríos Clarín lanza una seguidilla de análisis de números totalmente descontextualizados y conclusiones sin ningún rigor ni valor técnico con el claro objetivo de tratar de reinstalar en el imaginario de la sociedad su visión neoliberal del sistema energético, con tarifas dolarizadas y familias que dejan buena parte de sus ingresos para pagar los servicios».

También recordó que «cuando asumimos en el 2003 tuvimos que pagar la factura que dejaron las políticas neoliberales que destruyeron el país, cuando obras estratégicas como Atucha II y Yacyretá estaban paralizadas y la única infraestructura que se hacía era la que permitía exportar gas a precio vil a Chile, incluso durante el invierno, a costa de fundir la industria por falta de competitividad, dejando todos los días miles de puestos de trabajo por el camino, y teniendo los argentinos que pagar la energía y los combustibles en surtidor más caros del mundo”.

«Siempre con los primeros fríos Clarín lanza una seguidilla de análisis de números totalmente descontextualizados y conclusiones sin ningún rigor»
Julio De Vido

Según indicó, el crecimiento de la demanda de energía fue «exponencial», con un aumento de más de un 80 por ciento desde 2003 entre electricidad y gas, tanto en industria, hogares y comercios.

El funcionario explicó que «2 millones de hogares que se sumaron a las redes de gas y la conexión al sistema eléctrico de 10 provincias que se encontraban aisladas, requieren de 35 millones de metros cúbicos de gas adicionales por día y la instalación de instalación de 1.000 megavatios todos los años.”

«Esta ecuación aritmética -continuó- arroja un valor total de necesidad de fondos que esta gestión de gobierno en marco del modelo de país de desarrollo industrial con inclusión social que lleva adelante desde el año 2003, adoptó la decisión de afrontarlo con la recaudación que genera virtuosamente el propio modelo para seguir apuntalando y consolidando este ciclo virtuoso».

Al respecto, De Vido indicó que «con recursos genuinos llevamos adelante inversiones en energía por más de 80.000 millones de pesos, instalando más de 8.700 megavatios, tendiendo más de 4.000 kilómetros de líneas de alta tensión y ampliando en 20 millones la capacidad de los gasoductos para acompañar y apuntalar una economía que creció más de un 80 por ciento».

También recordó que los picos de demanda del sistema en la década del noventa «hoy se operan en un domingo de primavera durante la madrugada».

En tal sentido, el ministro consideró que en el modelo energético que promueve Clarín el costo del mayor requerimiento de energía producto del desarrollo económico, la mejora en la calidad de vida y la inclusión social debería trasladarse a los usuarios para que de esta manera la energía vuelva a ser, como en los noventa, exclusiva para los que pueden pagarla en los grandes centros de consumo y no para el desarrollo productivo de todas las regiones».

«En cambio -sostuvo- nuestro modelo de desarrollo con inclusión social que hizo posible el ciclo de crecimiento más extenso en 200 años de historia, en el que la pobreza pasó del 55 por ciento a menos de un dígito, el desempleo cayó del 25 por ciento a menos del 7 por ciento, tiene como uno de sus pilares la firme decisión de mantener un esquema de tarifas y precios de la energía competitivos, en muchos casos menos de un tercio de lo que pagan las industrias en la región».

Para el funcionario, «estas tarifas competitivas también permitieron mejorar la calidad de vida los argentinos, ya que mientras que pasamos del quinto al primer salario mínimo de la región, la energía mantuvo valores accesibles para que esa mejora de los ingresos reales pueda volcarse al consumo y continuar este círculo virtuoso que sin dudas es una década ganada».

Por último, De Vido señaló que «no puede pasarse por alto que Clarín publica esta nota en el momento en el que junto con las provincias petroleras estamos trabajando en la profundización del camino que inició la presidenta con ley que recuperó para el Estado el 51 por ciento de las acciones de YPF y declaró como objetivo prioritario el autoabastecimiento energético a partir de una nueva regulación del sector que promueve la plena producción y termina con 20 años de privilegios».

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