Los indicadores preanuncian un futuro poco feliz para los argentinos.

El director del Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA), Agustín Salvia, sostuvo que «el tema no es la baja de la pobreza, sino la profundización» del problema y anticipó un futuro poco promisorio en ese aspecto.

En una entrevista para Infobae, Silva analizó los datos relevados por el INDEC y planteó que no hay certezas sobre una tendencia a la baja de la pobreza. Asimismo fue muy crítico de la política económica del Gobierno por no incluir a los trabajadores informales, el fuerte aumento de tarifas y la alta inflación, que mantienen un sistema en el que «un índice de pobreza del 25% tiende a perpetuarse en el tiempo».

Según Silva, hay tres factores fundamentales que no dan buenas señales de cara al futuro próximo de la Argentina. Por un lado «los trabajadores han perdido poder adquisitivo y los pobres no pueden salir de la pobreza por el impacto en el aumento de tarifas», en tanto que los fuertes aumentos de precios dejan a los salarios por debajo de la inflación y, por último, «aún persiste un amplio sector de la población que sigue sumergida en la pobreza porque no ha logrado salir del empleo informal al formal».

«El hecho de que la pobreza haya bajado, como dijo el INDEC y que también coincidimos nosotros en el segundo semestre del 2017, no significa que se vaya por una senda en la que habrá una caída de la pobreza sustentable en el tiempo», resaltó.

El director del Observatorio de la Deuda Social anticipó también que «el próximo informe sobre pobreza infantil que dentro de un mes dará a conocer ya se vislumbra que la pobreza se mantuvo y que no ha bajado»

Hay otros indicadores que también marcan la triste situación de la pobreza: «No ha mejorado la seguridad alimentaria, la seguridad social, la educación y la cobertura de salud»

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