«¡Fuego!», «¡fuego!», «¡fuego!». Gritos desesperados de quienes se vieron atrapados en el infierno que desató la explosión en un oleoducto en México, en el estado de Hidalgo.

El gobernador del Estado de Hidalgo ha informado de que el número de muertos asciende a 66, entre ellos se encuentran varios menores. Hay numerosos heridos, con graves quemaduras.

Escasez de gasolina

La tragedia ocurrió después de que se produjera una fuga de gasolina en la tubería y acudieran al lugar unas 200 personas, con bidones y cubetas, para recuperar el combustible.

Pérdidas millonarias

Desde hace dos semanas, una decena de estados mexicanos padecen escasez de gasolina por un cambio en el modelo de suministro de Pemex. Se han sustituido los oleoductos por camiones cisterna para acabar con el multimillonario robo de combustible, que el año pasado costó a México 3.000 millones de euros, con más de 10.000 sabotajes en los conductos de la compañía petrolera nacional.

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