La conferencia de paz para Siria, conocida como Ginebra II, se inició hoy en la ciudad suiza de Montreux con representantes de 39 países que intentarán sentar las bases para detener la guerra civil que está desangrando a ese país.

Ante la presencia de los cancilleres de Rusia, Estados Unidos y Siria, así como del presidente la alianza opositora siria, la Coalición Nacional Siria (Cnfros), el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, inauguró la sesión.

En su intervención, Ban se dirigió a las delegaciones gubernamental y opositora de Siria para decirles que tienen «la oportunidad y la responsabilidad» de impulsar a partir de estas conversaciones de paz «un proceso político» que ponga fin al sufrimiento del pueblo sirio.

«Tras casi tres dolorosos años de conflicto y sufrimiento en Siria, hoy hay una esperanza frágil, pero real», señaló Ban.

El secretario general se refirió a los constantes bombardeos aéreos, la destrucción de colegios, hospitales y mercados, los coches bomba y ataques suicidas que están llevando a la población siria «a la muerte, destrucción y desplazamiento».

«Tras casi tres dolorosos años de conflicto y sufrimiento en Siria, hoy hay una esperanza frágil, pero real»
Ban Ki-moon

También instó a las partes a comprometerse a cumplir lo establecido en el llamado «Comunicado de Ginebra», donde se plantea la creación de un órgano de gobierno con todos los poderes ejecutivos que conduzca al país a una transición política que ponga fin a la lucha armada, indicó la agencia EFE.

Pero el secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, excluyó totalmente la presencia del líder sirio, Bashar Al Assad, en un futuro gobierno transitorio en ese país, a quien acusó de «ser responsable de los peores crímenes contra su propio pueblo».

«No hay manera ni posibilidad de que un hombre que ha matado a su pueblo pueda volver a ser un gobernante legítimo», subrayó Kerry.

Sin embargo, el jefe de la diplomacia estadounidense reconoció que la construcción de un gobierno transitorio debe realizarse con el «consentimiento mutuo» de las partes, por lo que no deberá «ser objetado» por nadie.

Kerry indicó que el conflicto se ha cobrado más de 130.000 muertes y recriminó al régimen dejar morir a la gente de hambre «como arma de guerra», además de otras estrategias que suponen «un ataque a la dignidad humana».

Por su parte, el canciller de Rusia, Serguei Lavrov, afirmó que las negociaciones que comienzan hoy en Suiza «no serán fáciles ni rápidas», pero destacó que «hay una oportunidad real para lograr la paz. No tenemos el éxito garantizado al cien por cien,
pero sí creo que hay una oportunidad real para la paz».

El ministro ruso instó al gobierno sirio y a la oposición a colaborar para aliviar la situación de los civiles y fortalecer la confianza entre las partes para que las negociaciones tengan continuidad.

Sobre la ausencia de algunas facciones de la oposición, Lavrov indicó que esa situación «debe ser corregida» e incluir en el
proceso de paz, «aunque no sea desde el primer día», a grupos de la oposición que operan dentro de Siria y que desean participar en las negociaciones.

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