«Podés entrar en un espiral de deuda y por ahí no podés pagar después. Ojalá que no sea así», dijo el ex presidente uruguayo sobre las tratativas del gobierno de Mauricio Macri con el FMI. Recibió el «honoris causa» en Córdoba.

El expresidente de Uruguay opinó sobre las tratativas del gobierno de Mauricio Macri con el FMI y repasó la situación de la región.
Emocionado al recibir el «honoris causa» de la Universidad Nacional de Córdoba, aseguró que es un reconocimiento también para los que no pueden ir a la universidad.

José «Pepe» Mujica dio vueltas a la pregunta sobre las recientes negociaciones que el Gobierno nacional encaró con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Argumentó ciertas formalidades diplomáticas y recordó la conocida dependencia del Uruguay con la Argentina.

«No debo responder a eso. Pertenezco a un país pequeño», dijo. Luego de este preámbulo de objeciones, disparó: «Esta película ya la vi varias veces en la Argentina».

«Podés entrar en un espiral de deuda y por ahí no podés pagar después. Ojalá que no sea así», completó el expresidente uruguayo, que vino a Córdoba a recibir el diploma de doctor honoris causa de la UNC.

Mujica no tuvo pelos en la lengua al hacer un diagnóstico de la actual situación de América latina, luego de un periodo de gobiernos de centroizquierda que dejaron lugar a otra situación en el mapa regional. «Estamos jodidos», describió sin bemoles y enfatizó la necesidad de integración. «Para que exista mi patria chica tiene que haber un alero grande», graficó y reiteró la necesidad de conformar una unidad económica y política sólida.

Consultado por la situación en Brasil, Mujica no dejó dudas. «Lula es mi amigo», dijo y se mostró esperanzado por el futuro del expresidente brasileño. Paso seguido, apuntó contra los sectores conservadores de ese país.

Sobre Venezuela fue más evasivo. Apeló a cuestiones estructurales y afirmó que ese país tiene la desgracia de verse afectado por la rentabilidad petrolera. Pero no hizo referencia a su relación con Hugo Chávez ni a la distancia que supo marcar con Nicolás Maduro.

Sus palabras estuvieron atravesadas por tres ejes: la desigualdad que existe en América latina, la necesidad de integración regional y el impacto que tiene en los países de la región la economía de libre mercado, a la que calificó como una «nueva religión».

Además, tocó dos puntos de agenda: la despenalización del aborto y la legalización de la marihuana. «No creo que a las mujeres les guste abortar. El aborto existe, sea legal o no, pero cuando es ilegal, termina afectando a la mujer que es pobre», aseguró, y explicó que en Uruguay primero se intenta «ayudar a la mujer si quiere retroceder».

Fuente: La Voz de Córdoba
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