El intendente no tuvo un lugar protagónico y fue sentado en segunda fila, lejos de las autoridades provinciales y nacionales presentes en el Foro Anual del Consejo Empresario

En la mañana de este jueves, la Policía Federal allanó una vez más dependencias del municipio de Paraná, en este caso se trató de las oficinas que funcionan en el ex Hipódromo de la ciudad.

El operativo se enmarca en la megacausa que investiga las vinculaciones políticas con el narcotráfico, por la cual está imputado el intendente Sergio Varisco y el concejal Emanuel Gainza y se encuentran detenidos el edil Pablo Hernández y la funcionaria Griselda Bordeira.

Pero mientras se realizaba el procedimiento, ordenado por el juez que entiende en la causa, Leandro Ríos, Varisco estaba en el Centro Provincial de Convenciones de la capital provincial para el Foro Anual organizado por el Consejo Empresario.

El evento se enmarca en la agenda empresarial de la región y tiene relevancia también lo político, ya que es presidida por el gobernador Gustavo Bordet y cuenta con la presencia de funcionarios provinciales y nacionales, como también de representantes de diferentes organizaciones y fundaciones sociales y eclesiásticas.

Sin embargo, Varisco, aún siendo el anfitrión, estuvo lejos de ocupar un lugar de relevancia en el acto de apertura y se sentó abajo del escenario, en segunda fila, mezclado entre el resto de los invitados.

La ubicación del intendente no pasó desapercibida para los presentes, ya que en la edición del año pasado, Varisco participó de la mesa principal, que contó con la presencia del ministro de Transporte de la Nación, Guillermo Dietrich.

Algunos comentaban que el intendente no había concurrido porque no figuraba en el programa y ni siquiera lo nombraron como parte de las autoridades presentes; otros, que lo vieron sentado en segunda fila, se preguntaban si Varisco estaba relegado por un descuido del área de protocolo, mientras que otros sostienen que responde a su complicada situación judicial, y hubo quienes incluso pensaron que el intendente.

Es más, mientras en la zona del parque de la capital provincial, en el centro de convenciones, se realizaba la apertura del evento, la Federal allanaba las dependencias municipales ubicadas en el ex hipódromo, en el marco de la causa por narcotráfico.

Hasta el lugar, en calle Almafuerte, fue la hija del intendente, Lucía Varisco, para interiorizarse sobre el tema y cuando le confirmaron que el procedimiento era parte de la causa que involucra a su padre, llamó a uno de sus abogados defensores.

Por ese motivo, minutos después se hizo presente el letrado Rubén Pagliotto, para seguir de cerca el operativo, a pesar de que los efectivos no los dejaron ingresar al lugar.


La difícil situación judicial que vive el intendente, que provocó tironeos entre el comité nacional y el provincial de la UCR acerca de las medidas a tomar con respecto a su afiliación, y que tiene en vilo a todo Cambiemos, se agravó aún más con este nuevo allanamiento.

El procedimiento fue ordenado dos días después de que el concejal Emanuel Gainza prestara su declaración indagatoria ante el juez Leandro Ríos, que ahora tiene diez días para expedirse con respecto a la situación procesal del edil.

En el Centro de Convenciones, comentan los presentes que Varisco estaba mucho más atento a su celular, mediante el cual le llegaban todas las novedades del allanamiento, que a las palabras de los disertantes.

Es más, sostienen que cada vez que leía algún mensaje en el teléfono, el gesto del intendente se iba haciendo cada vez más adusto y que, apenas terminó el acto, se fue sin cruzar palabra con nadie.

Si bien los rumores acerca del lugar en el que se sentó Varisco fueron varios, la mayoría comentaba que la causa en la que está imputado como supuesto financiador de una banda de narcotráfico es el principal motivo para mantener alejado al intendente del panel principal.

Los mentideros comentaban que tanto los funcionarios provinciales como nacionales, prefirieron evitar aparecer en las fotos con el intendente y esa sería la razón para que estuviera sentado en segunda fila.

Es más, a la entrada del Centro de Convenciones se apostó un patrullero y entre los prestentes quedó la duda de si lo iba a buscar a Varisco o a Allende, que vive enfrente a donde se estacionó el móvil, mientras que los más sensatos comentaban que era seguridad de los ministros nacionales

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