El hombre falleció mientras esperaba para recibir su porción de alimento. Habló el sacerdote de la parroquia.

Un hombre que concurría todas las tardes a buscar su vianda en la Iglesia Guadalupe de Paraná, murió ayer cerca de las 18 horas. Profundo dolor en la comunidad parroquial.
“Era una persona afable, servicial, un familiar más de nuestra comunidad”, definió el sacerdote Ricardo López respecto del hombre fallecido en la tarde de ayer, frente a la parroquia «Nuestra Señora de Guadalupe».

A las 18 se entregan las viandas en la Iglesia Nuestra Señora de Guadalupe, por lo que este martes, el hombre que vivía en la zona de barrio San Martín llegó hasta el lugar, pero mientras esperaba para recibir su comida, se descompensó y murió. “Hace mucho tiempo que concurría a esta parroquia, unos 15 años.

Era un hombre súper servicial, atento. Era uno de los que hacía más tiempo que estaba viniendo”, contó el cura. Respecto de la lamentable situación, contó que el hombre “estaba afuera, eran los momentos previos para un evento que íbamos a realizar, una charla sobre el Hogar de Cristo. Hacía minutos que yo lo había saludado y cuando me fui adentro, me llamaron a los gritos para que llame la ambulancia” porque se había descompensado. “La ambulancia vino rápido, la policía también. Sucedió todo en pocos minutos.

Lamentablemente no hubo nada para hacer”, dijo. Si bien hasta el momento no se brindaron los datos filiatorios de la persona fallecida, López contó que al fallecido “todos lo conocían, porque era del barrio. Se acercó ya la familia, los hermanos”. El párroco manifestó su “dolor por la situación” y acotó que quien dejó de existir “era una persona de mucha fe. Me invade un sentimiento de una gran familia, porque todos estamos con este dolor a la vez. Acá se van conformando lazos solidarios y gestos de cercanía entre nosotros. Lo sentimos demasiado. Todos acá saben lo que él ha luchado para conseguir sus propias cosas. Era un hombre servicial, un hombre de Dios, murió frente al templo, lo que es un signo: la Virgen se lo ha llevado, se lo encomendamos a ella, a Dios”.

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